Un satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) del tamaño de aproximadamente seis tigres siberianos está listo para caer a la atmósfera de la Tierra en los próximos días, según la ESA.
El satélite en cuestión, ERS-2, tiene alrededor de 38 pies de altura y ha estado en órbita desde 1995.
Aunque el satélite es enorme en cuanto a desechos espaciales se refiere, se espera que caiga a la Tierra de manera segura sin causar daño alguno.
ERS-2: El satélite que caerá a la Tierra
El satélite ERS-2 fue lanzado en 1995, cuatro años después de su satélite hermano, ERS-1. Estos dos fueron algunos de los satélites más avanzados y sofisticados de su época, logrando acumular una gran cantidad de datos sobre la Tierra.
Gracias a estos satélites, los científicos pudieron observar datos críticos sobre el planeta, verificando el impacto del cambio climático. Además, también pudieron monitorear desastres naturales, sin importar dónde en la Tierra estuvieran ocurriendo.
Pero hablemos de números. Y en este caso, hablemos de comparar el tamaño de este satélite con tigres.
La especie más grande de tigre es el tigre siberiano, con estimaciones que sitúan al macho promedio en alrededor de 195 centímetros de longitud, o 77 pulgadas.
Con eso en mente, el satélite ERS-2 es del tamaño aproximado de seis tigres siberianos.
Pero como este es un satélite hecho por el hombre, también conocemos su peso.
Según la ESA, ERS-2 pesa alrededor de 2.294 kg ahora que está vacío. Volviendo a la métrica del tigre, eso equivale a casi 11 tigres siberianos.
Pero, ¿causará este satélite algún daño al reingresar a la atmósfera? La ESA dice que no.
El reingreso de ERS-2 es algo que se esperaba, siendo el curso natural de los eventos cuando un satélite antiguo ya no funciona y ya no puede mantener la órbita. La ESA estima que se romperá en fragmentos más pequeños a medida que continúe su descenso, la mayoría de los cuales se quemarán en la atmósfera. Cualquier cosa que sobreviva al viaje probablemente caerá al océano, lo cual no es sorprendente considerando que la mayoría del mundo es océano.
Y según la ESA, ninguno de los fragmentos sobrevivientes contendrá radiación dañina.
Hasta el momento, se espera que el satélite caiga a la 1:14 p.m. hora de Israel el miércoles 21 de febrero.