El síndrome de Kessler: el escenario catastrófico que preocupa a los científicos

El síndrome de Kessler describe un futuro donde los desechos espaciales colapsen las órbitas terrestres, poniendo en riesgo satélites y exploración espacial. Conoce este alarmante escenario.

 "El síndrome de Kessler se va a hacer realidad", advirtió John L. Crassidis, profesor de innovación y experto en desechos espaciales de la Universidad de Buffalo. (photo credit: Blueee77. Via Shutterstock)
"El síndrome de Kessler se va a hacer realidad", advirtió John L. Crassidis, profesor de innovación y experto en desechos espaciales de la Universidad de Buffalo.
(photo credit: Blueee77. Via Shutterstock)

El 19 de octubre, el Comando Espacial de EE. UU. informó que el satélite Intelsat 33e se había desintegrado en aproximadamente 20 piezas, aunque la causa de la desintegración sigue siendo desconocida. El incidente reavivó las preocupaciones sobre la acumulación de basura espacial en órbita alrededor de la Tierra, exacerbando los temores de que el Síndrome de Kessler se convierta en una realidad.

"El tamaño de los escombros que estamos rastreando varía desde pequeños fragmentos del tamaño de una pelota de béisbol hasta piezas más grandes del tamaño de una puerta de automóvil", dijo Bill Therien, director de tecnología de ExoAnalytic Solutions, según informó SpaceNews citado por LadBible. "La mayoría de los objetos rastreados están en el extremo más pequeño de ese espectro, lo que contribuye a la dificultad de observar de manera consistente todas las piezas de escombros", señaló.

La cantidad exacta de escombros podría ser mayor, ya que rastrear todos los objetos es un desafío inmenso debido a su tamaño y a las limitaciones de la tecnología actual.

El fenómeno conocido como el Síndrome de Kessler, propuesto por primera vez en 1978 por los científicos de la NASA Donald Kessler y Burton Cour-Palais, predice que el aumento en el número de objetos enviados al espacio provocará colisiones y reacciones en cadena catastróficas en la órbita terrestre baja. Estas colisiones crearían escombros, causando más colisiones en un efecto en cascada. Si un escenario así se desarrolla, podría hacer que el espacio sea inutilizable.

"El Síndrome de Kessler se hará realidad. Si la probabilidad de una colisión es tan grande que no podemos poner un satélite en el espacio, entonces estamos en problemas", advirtió John L. Crassidis, profesor de innovación y experto en desechos espaciales de la Universidad de Buffalo, Nueva York, según LadBible.

Según CNN, desde el inicio de los vuelos espaciales en 1957, ha habido más de 650 "rupturas, explosiones, colisiones o eventos anómalos que resultan en fragmentación", incluyendo incidentes donde los satélites se han perdido debido a colisiones accidentales y destrucción deliberada durante pruebas anti-satélites. En 2021, Rusia lanzó un misil contra uno de sus propios satélites como parte de una prueba de armas, creando más de 1,500 piezas de escombros rastreables y resaltando los peligros de las acciones militares en el espacio.

Actualmente, hay más de 10,000 satélites activos orbitando el planeta, con aproximadamente 6,800 de ellos pertenecientes a la red de banda ancha Starlink de Elon Musk, la cual planea lanzar más de 40,000 satélites. Esta proliferación de satélites está volviendo el entorno orbital cada vez más congestionado, aumentando el riesgo de colisiones. Según LadBible, los riesgos de escombros y choques en cascada podrían seguir aumentando a medida que empresas como SpaceX y Amazon avanzan con proyectos orbitales que requieren grandes cantidades de satélites.

La congestión en órbita es peligrosa no solo para los astronautas, sino también para los satélites y tecnologías basadas en el espacio que alimentan la vida cotidiana, incluyendo herramientas GPS, servicios de banda ancha, internet de alta velocidad y televisión. Si los satélites chocan o se desconectan y no se pueden lanzar reemplazos debido al espacio abarrotado, los servicios críticos fallarán y una reacción en cadena de colisiones podría cambiar rápidamente la vida en la Tierra. Según informa CNN, la pérdida de satélites causaría apagones masivos de internet y, sin satélites en el cielo, las redes telefónicas dejarían de funcionar.

Los expertos enfatizan la necesidad de cooperación internacional para establecer regulaciones vinculantes que mitiguen los riesgos planteados por la basura espacial. "Creo que la mayor preocupación es la falta de regulación. Creo que tener algunas normas y pautas propuestas por la industria ayudará mucho", dijo el Dr. Vishnu Reddy, profesor de ciencias planetarias en la Universidad de Arizona en Tucson, según CNN.

Se están investigando y desarrollando medidas activas para rastrear y eliminar los escombros de la órbita terrestre baja, y algunas de estas medidas ya se han implementado. Por ejemplo, la Agencia Espacial Europea está desarrollando el satélite Clearsat-1 en colaboración con la startup suiza ClearSpace, según informó Universe Today. Estas iniciativas buscan reducir la cantidad de escombros capturando y desorbitando satélites en desuso.

Sin embargo, el desafío sigue siendo inmenso. El gran número de objetos en el espacio, incluidos más de 40,500 piezas de escombros de más de 10 centímetros y millones de fragmentos más pequeños, según la estimación de la Agencia Espacial Europea, hace que rastrear y mitigar las amenazas sea sumamente difícil. "Incluso con los mejores sensores de hoy en día, hay límites en lo que se puede 'ver' o rastrear de manera confiable, y los escombros espaciales más pequeños a menudo son inrastreables", dijo Bob Hall, director de proyectos especiales en COMSPOC Corp., según CNN.

Este artículo fue escrito en colaboración con la empresa de inteligencia artificial generativa Alchemiq.