Qatar no ha pedido a la dirección de Hamás que reside en su capital, Doha, que abandone el país como táctica de presión para obligarla a aceptar el acuerdo de liberación de rehenes en tres fases que está sobre la mesa, informó un oficial de ese país a The Jerusalem Post el martes.
El oficial rechazó los informes de los medios que indicaban que no se había solicitado a Qatar "que Hamás se fuera". El National informó que en tal escenario, Hamás podría trasladarse a Iraq, un paso que fortalecería sus lazos con Irán. El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, se había reunido y hablado con representantes de los gobiernos de Iraq e Irán.
Qatar y Egipto han sido los principales mediadores para un acuerdo que asegure la liberación de los rehenes, lo que llevó a un acuerdo en noviembre que liberó a 105 de los capturados. Ahora están presionando por un acuerdo para liberar a los 120 restantes.
El poder de influencia de Qatar en el conflicto
La presencia de Hamas en Qatar le ha dado influencia para desempeñar el papel de mediador, así como para fortalecer la relación del grupo terrorista con Doha. Si Hamas se trasladara de Qatar, esa salida debilitaría la capacidad de Doha para desempeñar ese papel, lo cual podría ser perjudicial en un momento en el que Qatar cree que es posible llegar a un acuerdo.
Qatar ha estado presionando a Hamas para llegar a un acuerdo pero no lo ha amenazado con el exilio.
Hablando con periodistas el martes en Washington, el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, abordó la posibilidad de que Hamas se traslade a Iraq.
"Hemos dejado claro que ningún país debería hacer negocios como de costumbre con Hamas desde las acciones horribles del 7 de octubre", dijo Miller. "Esperaríamos que ningún país proporcione un refugio seguro para Hamas".