Una reciente excavación en el naufragio de Anticitera, uno de los más ricos y famosos naufragios del mundo antiguo, ha arrojado varios descubrimientos significativos, incluyendo una parte notablemente intacta del casco de la nave.
La expedición 2024, que tuvo lugar entre mayo y junio, formaba parte del programa de investigación 2021-2025 de la Escuela Suiza de Arqueología de Grecia (ESAG) y fue supervisada por la Oficina Helénica de Antigüedades Subacuáticas (EUA). Este proyecto continúa una larga historia de excavaciones en el naufragio de Anticitera, un yacimiento datado en el siglo I a.C. y descubierto por buceadores con esponjas en el mar Egeo en 1900.
El barco de la época romana ha producido una gran cantidad de artefactos a lo largo de los años, incluyendo estatuas de bronce y mármol, restos humanos y el famoso Mecanismo de Anticitera, un dispositivo de bronce con complejos engranajes entrelazados al que a menudo se hace referencia como el ordenador analógico más antiguo del mundo. Se cree que este Mecanismo de Anticitera, gravemente deteriorado por el paso del tiempo, se utilizaba para predecir el movimiento de objetos astronómicos, lo que ayudaba a planificar acontecimientos importantes como rituales religiosos y actividades agrícolas.
¿Por qué los tesoros del barco permanecían intactos hasta ahora?
A pesar de la importancia histórica de los artefactos descubiertos, el pecio ha permanecido en gran medida inexplorado debido a su difícil ubicación y a la compleja forma del fondo marino. Afortunadamente, las tecnologías recientes permitieron exploraciones más detalladas y prolongadas, que fueron supervisadas y coordinadas en tiempo real mediante vehículos operados a distancia y rebreathers de gas mixto de circuito cerrado que mejoraron la eficacia y la seguridad de las inmersiones. Estas condiciones favorables permitieron descubrir una parte estructural del barco que aportó nuevos conocimientos sobre su construcción.
La sección del casco recién descubierta, con sus fijaciones originales y su revestimiento protector externo aún en excelentes condiciones, incluía tablones y cuadernas en sus posiciones originales. Este descubrimiento llevó a los investigadores a deducir que el barco se construyó utilizando la metodología “shell primero”. En este sistema, el casco se construía primero con las tablas, seguido de la instalación de las costillas en el interior, una técnica que contrasta con los métodos modernos de construcción naval.
El equipo de investigación también descubrió cerámica y abrió zanjas de excavación, revelando aproximadamente 300 objetos. Entre ellos había 200 fragmentos de cerámica y 21 de mármol, lo que indica la presencia de múltiples estatuas. Además, la expedición confirmó la existencia de una segunda embarcación de madera cerca del pecio principal, lo que sugiere que en esta antigua tragedia podrían haber participado varios barcos, una pregunta que los investigadores han tratado de responder desde su descubrimiento.