Investigaciones genéticas recientes han desafiado teorías de larga data sobre el colapso de la civilización de Rapa Nui en la Isla de Pascua, refutando la narrativa de "ecocidio" y confirmando el contacto pre-europeo entre los habitantes de la isla y los indígenas americanos. Este hallazgo sorprendente es el resultado de una extensa investigación liderada por el antropólogo evolutivo mexicano Víctor Moreno-Mayar, actualmente en la Universidad de Copenhague. Colaborando con instituciones como la Universidad de Lausana y el Musée de l'Homme, el equipo extrajo y analizó ADN antiguo de 15 individuos que vivieron entre 1670 y 1950.
Moreno-Mayar y su equipo descubrieron que los genomas de estos individuos no mostraban evidencia de un colapso poblacional previo al contacto europeo. "No encontramos evidencia de una pobre o declinante diversidad genética; lo que encontramos es que la diversidad genética estaba aumentando. Podemos decir que no hubo colapso", dijo, según El Universal. Este hallazgo contradice la teoría de un colapso demográfico y social causado por la degradación ambiental y la sobreexplotación de recursos, a menudo referido como "ecocidio".
Los investigadores creen que el pueblo Rapa Nui se adaptó a los desafíos ambientales en la isla entre los siglos XIII y XVIII, debilitando las teorías de que una gestión deficiente de los recursos llevó al colapso social en los siglos XVI o XVII. Moreno-Mayar rechaza la teoría del "ecocidio", afirmando que la evidencia arqueológica no muestra restos de armas letales utilizadas en batalla o restos humanos con rastros de violencia por conflictos armados. "No hay evidencia sólida que respalde el colapso", dijo.
Además de refutar la teoría del colapso, el análisis genético reveló que aproximadamente el diez por ciento del patrimonio genético de los Rapa Nui tiene orígenes indígenas americanos. Moreno-Mayar explicó: "Encontramos en estos restos que sus genomas eran 90% polinesios, pero, sorprendentemente, el 10% tenía genomas de indígenas americanos", dijo, según El Universal. Al analizar la longitud de los bloques de ADN, el equipo determinó que el contacto entre los Rapa Nui e indígenas americanos ocurrió entre 1300 y 1400 d.C.
Este descubrimiento refuerza la hipótesis de que las conexiones entre las islas del Pacífico y el continente americano ocurrieron mucho antes de lo que se pensaba anteriormente. Aunque 3,700 kilómetros de océano separan a Rapa Nui de Sudamérica, la evidencia genética sugiere un contacto pre-europeo entre las dos poblaciones. Los hallazgos implican que los Rapa Nui podrían haber establecido vínculos comerciales o culturales con los pueblos indígenas de las Américas siglos antes de la llegada de los exploradores europeos.
Las muestras utilizadas en el estudio fueron obtenidas del Museo de Historia Natural de París, asegurando métodos de muestreo mínimamente invasivos en respeto por la importancia cultural de los restos. Antes de llevar a cabo el análisis genético, los investigadores confirmaron que los restos eran en efecto de Rapa Nui. Moreno-Mayar señaló: "Aunque dijeron que eran de la isla, podría ser que no lo fueran, así que lo primero fue garantizar que realmente fueran restos de Rapa Nui".
Al obtener estos resultados, el equipo viajó a la Isla de Pascua para informar a los habitantes sobre los hallazgos. Consultaron a la comunidad sobre qué información querían obtener de los estudios. Moreno-Mayar explicó: "Nos dijeron que querían saber cuándo habían llegado a la isla, así como la relación con otras poblaciones de las islas polinesias, además del parentesco de los restos del museo en París con los individuos actuales".
La investigación destaca la importancia de enfoques interdisciplinarios en la resolución de misterios históricos. Moreno-Mayar señaló que para determinar quién llegó primero, si fueron los Rapa Nui a América o los indígenas americanos a la isla, es necesario depender de otras disciplinas, principalmente historia y arqueología. Él afirmó: "Se dice que los genetistas pueden resolverlo todo, pero no es así. Para responder a esa pregunta, es necesario mirar la historia, para determinar quién tenía las mejores condiciones para llegar al otro lugar".
Actualmente, la Isla de Pascua alberga cerca de 8,000 habitantes que preservan sus costumbres y tradiciones. Más de 900 estatuas Moai, que simbolizan ancestros venerados, han sido transportadas desde canteras distantes, indicando una avanzada ingeniería polinesia y sugiriendo una temprana navegación oceánica por los polinesios antes del contacto europeo.
Deutsche Welle, CNN, Xinhua y El Periódico informaron sobre los descubrimientos, entre otros sitios web.
El artículo fue escrito con la asistencia de un sistema de análisis de noticias.