El nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, juró el cargo el martes tras ganar unas elecciones a principios de este mes prometiendo mejorar los lazos con el mundo y aliviar las restricciones a las libertades sociales en el país.
"Pondremos en marcha una interacción constructiva y efectiva con el mundo basada en la dignidad, la sabiduría y la conveniencia", dijo Pezeshkian, un moderado relativo, en una sesión del parlamento a la que asistieron dignatarios extranjeros y que se transmitió en directo por la televisión estatal.
Su victoria ha elevado las esperanzas de un deshielo en las relaciones antagónicas de Irán con Occidente que podrían abrir camino para resolver su enfrentamiento nuclear con las potencias mundiales.
Pero Pezeshkian asume el cargo en un momento de crecientes tensiones en Oriente Medio por el conflicto de Israel con Hamas en Gaza y los enfrentamientos transfronterizos con el aliado de Irán, Hezbolá, en Líbano.
"Eje de Resistencia"
Irán, que respalda a los grupos que se autodenominan el "Eje de Resistencia" contra la influencia de Israel y Estados Unidos en Medio Oriente, ha acusado a Estados Unidos de apoyar lo que llama los crímenes israelíes en Gaza.
"Aquellos que suministran armas que matan a niños no pueden enseñar a los musulmanes sobre humanidad", dijo Pezeshkian entre cánticos de "Muerte a Estados Unidos" y "Muerte a Israel".
Líderes de los aliados palestinos de Irán, Hamas y la Yihad Islámica, así como representantes de alto rango del movimiento hutí respaldado por Teherán en Yemen y de Hezbollah en Líbano, asistieron a la ceremonia.
Se espera que Pezeshkian, quien nombrará su gabinete en las próximas dos semanas, reemplace al duro Ebrahim Raisi, quien murió en un accidente de helicóptero en mayo.
Como máxima autoridad en Irán, el líder supremo Ayatollah Ali Khamenei tiene la última palabra en todos los asuntos estatales, incluyendo política exterior y nuclear.
También debe aprobar las selecciones de Pezeshkian para puestos clave en el gabinete, como los ministros de exteriores, petróleo e inteligencia.
Además de la creciente presión del Occidente sobre el rápido avance del programa nuclear de Teherán, Pezeshkian enfrenta la enorme tarea de liberar a Irán de las paralizantes sanciones impuestas por Estados Unidos tras la decisión de Washington de abandonar el acuerdo nuclear de 2015 con las principales potencias.
Las conversaciones indirectas entre Teherán y Washington para salvar el acuerdo nuclear con seis potencias principales se han estancado desde 2022, con ambas partes acusándose mutuamente de demandas no razonables.
"Mi gobierno nunca cederá ante el acoso y la presión... La presión y las sanciones no funcionan... y se debe hablar con respeto al pueblo iraní", dijo Pezeshkian.