Esta semana se conmemoró el vigésimo aniversario de los trágicos ataques del 11M en Madrid, España, conocidos como el primer ataque terrorista yihadista a gran escala en suelo europeo. Veinte años después, se han producido cambios significativos tanto en las organizaciones terroristas yihadistas en Europa como en las estrategias empleadas por los países para combatir el terrorismo yihadista. A pesar de estos cambios, el problema sigue siendo una preocupación urgente para los gobiernos europeos.
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El 11 de marzo de 2004, se produjo una secuencia de explosiones en los trenes de cercanías al llegar a la estación de Atocha en Madrid. Este evento devastador resultó en 191 muertes y 1,800 heridos, convirtiéndolo en el ataque yihadista más extenso jamás llevado a cabo en territorio europeo.
Este fue el primer caso en el que las autoridades europeas se enfrentaron al terrorismo yihadista en tal escala. “A pesar de que el 11 de septiembre marcó la llegada del fenómeno del terrorismo yihadista al público en general, en Europa parecía ser un evento lejano”, dijo Carmelo Aguilera Galindo, abogado e investigador del fenómeno terrorista yihadista.
Aguilera Galindo le dijo a The Media Line que los ataques del 11M destacaron la realidad de una amenaza que podría tener lugar en cualquier calle de Europa. “Los servicios de inteligencia, la policía y los códigos penales tuvieron que adaptarse a una nueva amenaza, que, como un buen virus, sabe cómo adaptarse a todas las áreas para lograr sus objetivos”, agregó.
El Dr. Miguel Leopoldo García Peña, miembro de las fuerzas de seguridad españolas, también profesor en la Universidad Católica de Ávila y experto en radicalización y terrorismo yihadista, le dijo a The Media Line que los ataques del 11M fueron un punto de inflexión en las políticas europeas para combatir la radicalización y el terrorismo yihadista.
“Comenzaron la tendencia a implementar un modelo preventivo contra el terrorismo, reemplazando los modelos reactivos”, dijo, agregando que en 2005, este modelo preventivo se estableció en la “Estrategia de la UE para Combatir la Radicalización y el Reclutamiento para el Terrorismo”, un documento en el que el término “combatir la radicalización” aparece por primera vez como uno de los pilares más importantes en la lucha contra el terrorismo yihadista.
Terrorismo sigue siendo un problema apremiante
Aguilera Galindo dice que a pesar de dos décadas combatiendo el terrorismo yihadista en su país, el problema sigue siendo apremiante y central en las responsabilidades de las fuerzas de seguridad de España.
Señala que solo en 2023 hubo 36 operaciones contra el terrorismo yihadista, y 78 personas fueron arrestadas en prácticamente todas las comunidades autónomas de España.
“No hay duda de que Al Qaeda y 'Daesh' siguen siendo las dos mayores amenazas [en términos de terrorismo] contra Europa,” dijo, utilizando la abreviatura en árabe para Estado Islámico. También mencionó que esto podría ser a través de células organizadas o los llamados "lobos solitarios".
En 2014, la declaración del Califato por Al Baghdadi produjo un gran llamado a los ciudadanos europeos para que lucharan en sus filas en Siria e Irak, y muchos de estos combatientes extranjeros ahora están intentando regresar a sus países y familias, explica Aguilera Galindo, añadiendo que esto representa un grave problema de seguridad para las autoridades europeas.
García Peña señala que el proceso de radicalización utilizado por organizaciones yihadistas para reclutar personas en Europa ha experimentado varios cambios en los últimos años, todos los cuales lo convierten en una amenaza más seria.
El primer y probablemente uno de los cambios más significativos, según García Peña, es la plataforma en la que se lleva a cabo el proceso de radicalización. En el pasado, se realizaba en las calles, mezquitas y otros escenarios físicos, pero hoy en día la radicalización en línea domina, lo que él describe como "algo impensable hace unos años".
Este es solo uno de muchos cambios. García Peña dice que el marco de tiempo también ha evolucionado. "La radicalización de individuos podría implicar un proceso de meses o incluso años", dijo, agregando que hoy en día las llamadas "radicalizaciones exprés" son mucho más comunes. "Unas pocas semanas pueden ser suficientes para radicalizar por completo a un individuo", advierte.
Agregó que en términos de metodología, los ataques diseñados y elaborados que eran más fácilmente detectables por las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia han sido reemplazados por ataques de bajo costo. Estos, explica, consisten en ataques simples con apenas preparación o entrenamiento, y su bajo costo les permite estar al alcance de cualquiera. García Peña menciona los ataques con cuchillo como uno de los más comunes.
Por último, el objetivo de la radicalización también ha cambiado. "La evolución de la radicalización nos presenta individuos cada vez más jóvenes, incluidos menores que están más radicalizados y más cerca de los ataques", dijo, agregando que el número de mujeres radicalizadas también está creciendo gradualmente año tras año.
En el caso de España, García Peña añade: "Las Fuerzas de Seguridad y Cuerpos de Seguridad, dentro de la lucha contra la radicalización y el terrorismo yihadista, son un referente a nivel global". Señala que es una misión compleja, ya que los terroristas solo necesitan acertar una vez para ver cumplidos sus propósitos, mientras que las fuerzas de seguridad no pueden cometer errores. "Sin duda, tienen el papel más sencillo", dijo.