MK Tur-Paz: 25 años de educación por la paz cambian actitud palestina

El miembro de la Knesset considera que la cuestión del reclutamiento de hombres ultraortodoxos puede suponer un punto de ruptura para el actual gobierno de Israel.

Moshe Tur-Paz (photo credit: Courtesy)
Moshe Tur-Paz
(photo credit: Courtesy)

Cinco meses después de que Israel y Hamás se enfrentaran en la Franja de Gaza, el MK Moshe Tur-Paz declaró a The Media Line que, aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) estaban "haciendo un gran trabajo" desmantelando la capacidad de lucha del enemigo, una victoria a largo plazo requeriría eliminar su deseo de luchar. Y para ello hará falta toda una generación - "25 años como mínimo"- de educación para la paz para cambiar la mentalidad de la gente y pasar de estar en una "zona de combate" a una "zona de paz".

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Tur-Paz, miembro de la Knesset israelí por el partido Yesh Atid con una rica trayectoria como jefe de la Administración Educativa de Jerusalén y oficial de la Dirección de Operaciones de la División de Gaza en las reservas del Ejército israelí, profundizó recientemente en los difíciles conflictos de Israel con los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza y con Hezbolá en Líbano, así como en la compleja cuestión de la integración de la comunidad ultraortodoxa en las FDI, en una entrevista con Felice Friedson, de The Media Line, al margen de la Conferencia del Presidente de Jerusalén.

Tur-Paz compartió sus puntos de vista y experiencias, arrojando luz sobre los retos y las posibles soluciones para estas cuestiones acuciantes.

Debate en la sociedad israelí

La integración de la comunidad ultraortodoxa, o haredí, en las FDI es un tema que suscita fuertes opiniones y un importante debate en la sociedad israelí.

"La primera respuesta, y la más fácil, es que tienen que querer [alistarse en el ejército]", dijo Tur-Paz a The Media Line. Antes de entrar en política, formé pelotones de ultraortodoxos en la unidad de Givati y en los paracaidistas. Más de 1.000 chicos ultraortodoxos han servido allí en los últimos 10 años, así que se puede hacer".

 Un grupo de judíos ultraortodoxos bloqueó el tráfico y el metro ligero en Jerusalén para manifestarse contra el reclutamiento de los haredíes en las FDI. 26 de febrero de 2024. (credit: SOL SUSSMAN)
Un grupo de judíos ultraortodoxos bloqueó el tráfico y el metro ligero en Jerusalén para manifestarse contra el reclutamiento de los haredíes en las FDI. 26 de febrero de 2024. (credit: SOL SUSSMAN)

Sin embargo, también señaló la resistencia de la comunidad ultraortodoxa: "La cuestión es que la mayoría de la comunidad ultraortodoxa, y sobre todo la mayoría de sus dirigentes, no lo quieren. Viven más tranquilos. ... Éste es el mayor y más importante problema de Israel hoy".

Según Tur-Paz, la reticencia de los ultraortodoxos a servir en las FDI no sólo obstaculiza la integración de su propia comunidad en la sociedad israelí en general, sino que también supone un reto importante para la capacidad operativa del ejército israelí. También argumentó que el gobierno actual podría no estar dispuesto a dar los pasos necesarios para integrar a los ultraortodoxos en las IDF, y que el asunto podría hacer caer al gobierno.


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Refiriéndose a la actual tasa de crecimiento de la comunidad ultraortodoxa -un 4%, la más alta de cualquier grupo en Israel- Tur Paz señaló: "Sin los chicos ultraortodoxos, no habrá ejército. Eso es un hecho".

"Así que no tenemos más posibilidades que cambiar esa división entre los ultraortodoxos y el pueblo sionista de Israel".

La solución, según Tur-Paz, pasa por crear un entorno dentro de las FDI que dé cabida a las prácticas religiosas de los ultraortodoxos sin dejar de mantener un alto nivel de preparación militar, citando el éxito de los pelotones ultraortodoxos en conflictos recientes como prueba de que ese equilibrio es alcanzable. "Si construyes un pelotón y le das el tiempo para aprender [y] el tiempo para rezar [así como] el kashrut que necesite y, sin embargo, le exiges [que participe en] la construcción de los expertos en combate, lo habrían hecho".

Además, sugirió que las sanciones económicas podrían ser una herramienta para fomentar la participación de los ultraortodoxos en el ejército, destacando la eficacia de tales medidas en el pasado. "No es un problema como la comunidad ultraortodoxa está haciendo ver. Se puede hacer. Tienen que tomar medidas. Y si no la toman, nosotros, el resto del pueblo [de Israel], tendremos que venir a exigirla".

Refiriéndose a la actual tasa de crecimiento de la comunidad ultraortodoxa -un 4%, la más alta de cualquier grupo en Israel- Tur Paz señaló: "Sin los chicos ultraortodoxos, no habrá ejército. Eso es un hecho".

"Así que no tenemos más posibilidades que cambiar esa división entre los ultraortodoxos y el pueblo sionista de Israel".

La solución, según Tur-Paz, pasa por crear un entorno dentro de las FDI que dé cabida a las prácticas religiosas de los ultraortodoxos sin dejar de mantener un alto nivel de preparación militar, citando el éxito de los pelotones ultraortodoxos en conflictos recientes como prueba de que ese equilibrio es alcanzable. "Si construyes un pelotón y le das el tiempo para aprender [y] el tiempo para rezar [así como] el kashrut que necesite y, sin embargo, le exiges [que participe en] la construcción de los expertos en combate, lo habrían hecho".

Además, sugirió que las sanciones económicas podrían ser una herramienta para fomentar la participación de los ultraortodoxos en el ejército, destacando la eficacia de tales medidas en el pasado. "No es un problema como la comunidad ultraortodoxa está haciendo ver. Se puede hacer. Tienen que tomar medidas. Y si no la toman, nosotros, el resto del pueblo [de Israel], tendremos que venir a exigirla".