Explicación: La sentencia de la CIJ sobre las operaciones de Rafah crea inseguridad jurídica

El lenguaje ambiguo del Tribunal Internacional de Justicia ha dado lugar a distintas interpretaciones sobre las acciones militares de Israel en Rafah.

 EL TRIBUNAL DE JUSTICIA INTERNACIONAL se reúne en La Haya y ordena a Israel que detenga su operación militar en Rafah, el pasado viernes. (photo credit: JOHANNA GERON/REUTERS)
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA INTERNACIONAL se reúne en La Haya y ordena a Israel que detenga su operación militar en Rafah, el pasado viernes.
(photo credit: JOHANNA GERON/REUTERS)

La reciente sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre las acciones militares israelíes en Rafah, Gaza, ha generado gran confusión y controversia debido a su lenguaje ambiguo.

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La CIJ emitió el viernes una directiva en respuesta a la cuarta solicitud de Sudáfrica de órdenes temporales contra Israel, basada en reclamaciones en virtud de la Convención para la Prevención del Genocidio. La frase clave de la sentencia afirma que Israel debe "detener inmediatamente su ofensiva militar, y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah, que pueda infligir al grupo palestino de Gaza condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física total o parcial".

La frase "infligir... condiciones de existencia que puedan acarrear su destrucción física, total o parcial" está tomada de la Convención sobre el Genocidio de 1948, que define el genocidio como los actos que crean deliberadamente tales condiciones para una población.

La ambigüedad de la sentencia de la CIJ gira en torno a si la cláusula "que pueda infligir al grupo palestino de Gaza condiciones de vida susceptibles de provocar su destrucción física total o parcial" es restrictiva o no restrictiva.Si se interpreta como una cláusula restrictiva, significa que el tribunal considera que una ofensiva militar u otra acción podría crear las condiciones para el genocidio, y si así fuera, constituiría un ataque prohibido.

Si se interpreta como una cláusula no restrictiva, proporciona información adicional que no es esencial para entender la sentencia. En ese caso, la CIJ habría determinado que la ofensiva de Israel debe detenerse, no si conduce a condiciones genocidas, sino porque conduce a tales condiciones.

Palestinos buscan comida entre escombros quemados tras un ataque israelí contra una zona designada para desplazados, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, 27 de mayo de 2024. (crédito: MOHAMMED SALEM/REUTERS)
Palestinos buscan comida entre escombros quemados tras un ataque israelí contra una zona designada para desplazados, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, 27 de mayo de 2024. (crédito: MOHAMMED SALEM/REUTERS)

En términos más sencillos, la cuestión es si Israel debe detener toda su operación militar en Rafah o si puede continuar mientras no suponga un riesgo de genocidio.Interpretaciones judiciales divergentes.

La sentencia fue apoyada por 13 de los 15 jueces del panel del caso de genocidio, pero la falta de claridad en el lenguaje ha dado lugar a diversas interpretaciones:

Opinión mayoritaria: Cuatro de los cinco jueces que emitieron opiniones, entre ellos el juez alemán Georg Nolte, el juez rumano Bogdan Aurescu y la vicepresidenta ugandesa del Tribunal Julia Sebutinde, opinaron que Israel puede continuar sus acciones militares en Rafah mientras no supongan un riesgo de genocidio. El juez Aharon Barak de Israel, en su opinión minoritaria, se hizo eco de esta opinión, subrayando el derecho de Israel a defenderse y a defender a sus ciudadanos, y a liberar a los rehenes.

Opinión minoritaria: El juez ad hoc sudafricano Dire Tladi interpretó la sentencia como una prohibición total de cualquier acción militar ofensiva en Rafah, aunque permitió acciones defensivas en respuesta a ataques específicos de Hamás.Posiciones no declaradas: Los otros 10 jueces no publicaron sus interpretaciones, dejando sus posiciones poco claras y contribuyendo a la ambigüedad general.

Reacciones políticas y mediáticas

La sentencia ha sido interpretada de forma diferente por diversos medios de comunicación y entidades políticas. La mayoría de los titulares internacionales proclamaron que la CIJ ordenaba a Israel detener sus operaciones militares en Rafah.


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Por ejemplo, la BBC publicó un titular que no insinuaba las múltiples interpretaciones implícitas en la ambigua decisión del tribunal: "Sentencia de la CIJ sobre Gaza: Se ordena a Israel detener su ofensiva de Rafah y abrir el paso entre Gaza y Egipto para la ayuda", proclamaba la cadena británica. Asimismo, The New York Times, CNN y Fox News informaron definitivamente de que se había ordenado a Israel detener todas las operaciones.

Al Jazeera publicó un titular técnicamente exacto: "Israel sigue bombardeando Gaza, incluida Rafah, a pesar de la sentencia de la CIJ", dando a entender, pero sin llegar a decirlo, que la sentencia de la CIJ prohibía la operación israelí. Pero la primera frase del artículo eliminaba cualquier ambigüedad en la postura del gigante mediático árabe: "Israel ha continuado sus incesantes ataques contra Rafah a pesar de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le ha ordenado poner fin a la operación militar allí", informó la cadena propiedad de Qatar.

Por el contrario, The Wall Street Journal, los medios israelíes Haaretz, The Jerusalem Post y The Media Line ofrecieron interpretaciones más matizadas, sugiriendo que el cese sólo se aplica a acciones con riesgo de consecuencias genocidas.

El jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, acusó a Israel de continuar una "acción militar a la que se ha pedido que ponga fin", afirmando una interpretación de la sentencia de la CIJ como una prohibición total de la acción militar en Rafah.

Aunque Estados Unidos no ha emitido ninguna declaración sobre las diferentes interpretaciones, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan ha dicho que las operaciones militares de Israel parecían más específicas y limitadas, lo que sugiere la opinión de que el tribunal no había ordenado el cese de todas las operaciones israelíes.

Respuesta de Israel e implicaciones jurídicas

En respuesta al fallo, funcionarios israelíes, entre ellos el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel y el Ministerio de Asuntos Exteriores, se hicieron eco de las declaraciones de la CIJ, afirmando que Israel "no llevó ni llevará a cabo actividades militares en la zona de Rafah que creen condiciones de vida que puedan conducir a la destrucción física de civiles palestinos, en todo o en parte".

La adopción precisa de la formulación del tribunal indica que Israel considera que está autorizado a proseguir su operación militar en Rafah asegurándose de no crear condiciones genocidas.

La postura del gobierno israelí ha suscitado debate y preocupación sobre su cumplimiento del derecho internacional. Las declaraciones ministeriales de personalidades como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que sugirieron una acción agresiva en Gaza, han complicado aún más la posición jurídica de Israel.

Implicaciones más amplias

La sentencia de la CIJ demuestra los retos del compromiso judicial en el derecho internacional. La vaguedad del lenguaje fue el resultado de un intento de unir a un grupo diverso de jueces en torno a una única decisión. Sin embargo, esta ambigüedad ha dado lugar a interpretaciones divergentes y a críticas sobre la capacidad del tribunal para emitir directrices claras y aplicables.

La sentencia también subraya la tensión entre las instituciones jurídicas y políticas en el mantenimiento de la paz mundial. El argumento de Sudáfrica para que la CIJ emita órdenes más específicas y ejecutables refleja una preocupación más amplia sobre la ejecutabilidad de las decisiones jurídicas internacionales, especialmente cuando órganos políticos como el Consejo de Seguridad de la ONU pueden no actuar.

La sentencia también subraya la tensión entre las instituciones jurídicas y políticas en el mantenimiento de la paz mundial.