"En casi todas las casas abandonadas, un ejemplar en árabe de Mein Kampf", escribió Jake Wallis Simons en un artículo de opinión en Telegraph, argumentando que las acusaciones de genocidio contra Israel en Gaza carecían de fundamento y estaban motivadas por la desinformación.
Simons, redactor jefe de The Jewish Chronicle, destacó que el bombardeo del hospital Al-Ahli no fue obra de Israel sino de la Yihad Islámica, y que las cifras de víctimas fueron exageradas. "La proporción de bajas entre combatientes y civiles es ahora probablemente de 1:1, una cifra históricamente baja", señaló. También señaló que la ONU había rebajado el número de bajas de mujeres y niños.
Abordó además la afirmación de genocidio, refiriéndose a la aclaración del presidente de la Corte Penal Internacional de que los palestinos tenían un "derecho plausible a ser protegidos del genocidio", pero no que se estuviera produciendo un genocidio. "No hay ningún caso de ‘genocidio" enfatizó.
Sobre la cuestión de la hambruna masiva, Simons citó al Comité de Revisión de la Hambruna de la Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria, que consideró inverosímiles las predicciones de hambruna. El comité admitió: "No considera plausible el análisis [de predicción de hambruna] dada la incertidumbre y la falta de convergencia de las pruebas de apoyo." Simons criticó a los funcionarios por ignorar las entregas privadas de alimentos a Gaza, que mitigaron la crisis.
Describiendo la dura realidad a la que se enfrentan los soldados israelíes, Simons relató su conversación con un oficial paracaidista que se encontró con palestinos atados con explosivos y niños armados. "Tal es la naturaleza de este conflicto", comentó. Describió cómo los soldados encontraban ejemplares en árabe de Mein Kampf en casi todas las casas abandonadas, lo que ilustraba el peligroso y hostil entorno.
Desvelando narrativas distorsionadas
Dibujando paralelismos con la propaganda histórica, Simons citó a George Orwell sobre la Guerra Civil: "Vi informes periodísticos que no guardaban ninguna relación con los hechos … intelectuales ansiosos construyendo superestructuras emocionales sobre acontecimientos que nunca habían sucedido"
Sugirió que la narrativa actual en torno a Israel y Gaza está igualmente distorsionada. "El antisemitismo siempre se ha basado en falsedades", escribió Simons, comparando la situación actual con las falsedades históricas utilizadas para justificar el odio y la violencia.
Simons criticó la respuesta global al conflicto, argumentando que la movilización de Occidente a favor de Hamás fue "tan mendaz como vergonzosa." Acusó a las élites progresistas de ser culpables del mismo racismo que condenan. "Los islamistas y progresistas modernos desean eliminar a un país supuestamente malévolo en aras de la paz regional", afirmó.
Simons concluyó citando a Howard Jacobson -un novelista y periodista británico- en una frase que utilizan los antisemitas: “No tengo nada contra los judíos individualmente. Sólo los odio por países.