Ayuda Quieren destruir el mundo de la Torá en Israel', dice un líder haredi israelí en EE.UU.

Lando, junto con otros destacados miembros del Consejo de Sabios de la Torá, hizo hincapié en la necesidad crítica de apoyo financiero por parte de la comunidad judía estadounidense.

 El rabino Dov Lando en su casa de Bnei Brak, el 27 de febrero de 2024. (photo credit: Chaim Goldberg/Flash90)
El rabino Dov Lando en su casa de Bnei Brak, el 27 de febrero de 2024.
(photo credit: Chaim Goldberg/Flash90)

El rabino Dov Lando, de 94 años, director de la Yeshivá de Slabodka en Bnei Brak, ha lanzado una sentida súplica durante su visita a Estados Unidos, instando a los judíos estadounidenses a ayudar a salvar las instituciones de la Torá de Israel, que dicen estar sufriendo debido a las recientes sentencias del Tribunal Superior de Justicia del martes. El emotivo llamamiento del anciano dirigente pone de relieve las dificultades financieras a las que se enfrentan las yeshivas (instituciones educativas judías) y los kolels (institutos de estudios talmúdicos avanzados), ya que varios de ellos han cerrado ya sus puertas.

Lando es una figura prominente en la comunidad haredi (ultraortodoxa), habiendo estado profundamente implicado en la dirección de la Yeshiva Slabodka y siendo miembro de la dirección del Consejo de Yeshivas. Tras la muerte del rabino Gershon Edelstein, Lando ha surgido como uno de los líderes clave del mundo haredi lituano de la Torá.

Hablando en una serie de cenas de recaudación de fondos para el recién creado Fondo Mundial de la Torá, Lando no se anduvo con rodeos. "Las autoridades [israelíes] odian a los estudiosos de la Torá; la situación es calamitosa", declaró, según un informe de Kikar Hashabbat. "Ya hay yeshivas que han cerrado, el Cielo no lo permita"

El Fondo Mundial de la Torá tiene como objetivo abordar la crisis financiera a la que se enfrentan las instituciones de la Torá en Israel, garantizando su estabilidad y continuidad. El fondo busca donaciones para llenar el vacío dejado por la retirada del apoyo gubernamental.

Lando, junto con otros miembros destacados del Consejo de Sabios de la Torá, hizo hincapié en la necesidad crítica de apoyo financiero de la comunidad judía estadounidense. Las decisiones del Alto Tribunal han recortado los presupuestos esenciales para los estudiantes haredi en yeshivas y kolels, lo que ha llevado a una grave crisis económica en el mundo de la Torá.

 El rabino Dov Lando visto durante una reunión para discutir el reclutamiento de judíos ultraortodoxos a las FDI en la ciudad ultraortodoxa de Bnei Brak, 5 de abril de 2024. (crédito: SHLOMI COHEN/FLASH90)
El rabino Dov Lando visto durante una reunión para discutir el reclutamiento de judíos ultraortodoxos a las FDI en la ciudad ultraortodoxa de Bnei Brak, 5 de abril de 2024. (crédito: SHLOMI COHEN/FLASH90)

"Nuestros hermanos, el pueblo de Israel en los EE.UU., queridos hermanos, hemos venido a vosotros con una llamada de ayuda. La situación en Israel es calamitosa; las autoridades odian a los estudiosos de la Torá. Los tribunales han cortado la base presupuestaria para los estudiantes de yeshiva y kolel", clamó Lando, según Kikar Hashabbat.

Acciones y mandatos del Alto Tribunal

Durante su apasionado discurso, Lando describió las acciones del Alto Tribunal como hechas "con ira y maldad", lamentando la incapacidad de las yeshivas y kolels para sobrevivir sin estos fondos críticos. Instó a los donantes estadounidenses a intervenir y llenar el vacío financiero dejado por los recortes presupuestarios. "Queridos hermanos, ¡ayudad! Dad lo que se nos ha quitado, el presupuesto sin el cual no podemos sobrevivir, llenad el vacío, y que Dios cumpla todos los deseos de vuestro corazón para el bien", suplicó.

La reciente sentencia del Tribunal Supremo obliga al reclutamiento de hombres haredi en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), anulando las exenciones anteriores que habían permitido a los estudiantes de yeshiva y kollel evitar el servicio nacional. Esta decisión ha suscitado gran controversia y resistencia en la comunidad haredi, que la considera una amenaza existencial a su estilo de vida y práctica religiosa.