Desde la masacre de inocentes judíos por parte de Hamas el 7 de octubre, la bandera palestina ha sido exhibida en manifestaciones, protestas y disturbios en todo el mundo.
Compuesta por los mismos colores que muchas de las otras naciones árabes, la bandera se ha vuelto fácilmente reconocible debido a su popularidad en las demostraciones anti-Israel en todo el mundo.
En una maravillosa ironía, uno de los diplomáticos responsables de la creación del estado judío fue también el creador de la bandera palestina actual.
Sir Mark Sykes fue un diplomático británico más conocido en círculos sionistas por negociar y firmar el Acuerdo Sykes-Picot en 1916 entre Inglaterra y Francia (con el consentimiento del Imperio Ruso e Italia).
El acuerdo establecía las esferas de control mutuamente acordadas sobre el Imperio Otomano en caso de su colapso, que ocurrió solo unos años más tarde. El acuerdo también llevó a la creación de estados árabes como Iraq y Líbano, el control de Francia sobre Siria, y el consenso de que el pueblo judío tenía derecho a su propio estado en Palestina.
Sykes sabía que llegaría el día en que los británicos y los aliados se enfrentarían al Imperio Otomano en la guerra. Entendía que tener una fuerza árabe luchando junto a los británicos contra los otomanos sería ventajoso para los británicos. Sykes negoció con el emir de La Meca, Hussein bin Ali, y le prometió un estado árabe independiente si luchaba contra los otomanos.
Sykes quería concretar la relación y reconoció que el nacionalismo árabe era un factor necesario para inspirar a los árabes a luchar contra los otomanos. Sykes diseñó una bandera árabe, que hoy en día se conoce como la bandera palestina (los árabes no se identificarían como palestinos hasta otros 50 años).
El 7 de octubre, una de las icónicas fotografías tomadas durante el ataque muestra a un terrorista palestino, con las manos levantadas por encima de su cabeza, parado en un tanque israelí cerca de la frontera entre Gaza e Israel. En una mano hay una bandera palestina. El mensaje de la imagen es obvio; los palestinos han conquistado Israel.
Afortunadamente, a medida que pasaban los días y las semanas desde el ataque del 7 de octubre, esa bandera ha sido izada y la bandera israelí ha sido colocada sobre ese tanque, así como en muchos otros lugares dentro de Gaza.
Para muchos israelíes y personas alrededor del mundo, la bandera palestina se ha vuelto sinónimo de la violencia, brutalidad y atrocidades del 7 de octubre.
La guerra subsiguiente que Israel declaró contra Hamas y los terroristas palestinos en la Franja de Gaza es una batalla por la seguridad y protección de Israel. En un día horrendo, el sentido de seguridad de Israel quedó destrozado. El Estado de Israel fue fundado como un lugar de refugio para los judíos ante el antisemitismo mundial. Israel nunca puede permitir que los palestinos en Gaza, sin importar la bandera que ondeen, invadan sus fronteras y vuelvan a masacrar, violar y secuestrar a sus ciudadanos. El futuro del estado judío y su pueblo está en juego en esta guerra.
En todo el mundo, los palestinos y sus defensores han organizado manifestaciones en las que han coreado "Desde el río hasta el mar, Palestina será libre", "Acabemos con el Estado de Israel" y "Muerte a los judíos". Además de ondear la bandera palestina, estas manifestaciones han mostrado la esvástica nazi. Es evidente para cualquiera que observe estas manifestaciones que su propósito no es tanto la guerra o el avance palestino, sino el odio antisemita hacia Israel y los judíos.
Las manifestaciones palestinas que suenan más inocentes hacen llamados a un alto el fuego. Aunque los llamados a un alto el fuego pueden parecer llamados a la paz, en realidad son llamados a más violencia contra el pueblo judío y el Estado de Israel.
Un alto el fuego antes de que Hamas sea derrotado recompensa a Hamas por sus ataques bárbaros y los anima a intentar repetir los ataques. No podría haber un llamado más antisemita en respuesta a esta guerra que abogar por una situación que haría que más judíos mueran a manos de terroristas palestinos.
Diferentes personas llegarán a diferentes conclusiones sobre las banderas palestinas que se agitan en las manifestaciones contra Israel.Los progresistas occidentales ven la bandera como un símbolo de anti-imperialismo. Calculan cada conflicto únicamente en el contexto de "poderoso-débil", considerando automáticamente que la parte con poder es culpable del conflicto.
Ven a Israel como poseedor de más poder que los palestinos y concluyen que los israelíes son los responsables del conflicto y de todas las penurias que sufren los palestinos. Agitan sus banderas palestinas, creyendo estar del lado de la justicia.
Los palestinos agitan la bandera palestina en manifestaciones como símbolo de resistencia contra lo que ellos llaman "el opresivo régimen sionista". Se imaginan a sí mismos como combatientes por la libertad, apoyando a los verdaderos guerreros en los campos de batalla de Gaza. Cuando se manifiestan en nombre de los palestinos, Occidente imagina que está apoyando la causa de la libertad y la justicia.
Occidente proyecta sus esperanzas y optimismo de una democracia al estilo occidental sobre los palestinos y sus seguidores. La mente occidental asume que todas las personas desean los mismos beneficios y comparten los mismos valores que el mundo occidental, pero esto ha demostrado ser mayormente falso. Mientras el mundo occidental se mostraba repulsado por el asesinato, secuestro y violación palestina el 7 de octubre, los palestinos en todo el mundo lo apoyaban en alarmantes niveles. Solo en Cisjordania, el apoyo rozaba el 80%.
Así como los israelíes tienen dificultades para separar la defensa palestina de un estado palestino del movimiento yihadista para destruir Israel, también tienen problemas para distinguir entre la bandera palestina y la de Hamás. Cuando los terroristas palestinos ondearon ambas banderas mientras cometían las peores atrocidades vistas en el mundo civilizado en este siglo, los israelíes empezaron a asociar la bandera palestina y la causa palestina con la barbarie del 7 de octubre.
Con el abrumador apoyo del pueblo palestino a los ataques y la negativa de la Autoridad Palestina a condenarlos, los palestinos no han hecho nada para demostrar a los israelíes que sus suposiciones están equivocadas.
El escritor es un capellán certificado de hospicio interreligioso en Jerusalén y el alcalde de Mitzpe Yeriho, Israel. Vive con su esposo y sus seis hijos.