Cuando cierras los ojos o te encuentras en una habitación oscura, a veces puedes percibir diversos patrones, remolinos de colores o incluso destellos de luz. Esta experiencia visual, conocida como fosfenos, ocurre cuando ves luz sin una fuente real de iluminación.
Katrina Schmid, profesora asociada en la Escuela de Optometría y Ciencias de la Visión de la Universidad de Tecnología de Queensland en Australia, explicó en un artículo para The Conversation que nuestros ojos generan señales internas débiles que anulan la luz en lugar de apagarse en la oscuridad.
Estas señales, producidas por células en la parte posterior de los ojos, crean patrones y ondas que percibimos. Como señaló Schmid en su artículo, la presencia de color en estas manchas puede atribuirse a la participación de células que detectan el color en esta actividad.
Comprendiendo las luces que se ven al cerrar los ojos
Schmid profundiza aún más en el papel del cerebro en la interpretación de estas señales, escribiendo en The Conversation: "Los remolinos y ondas que vemos son producidos por cambios en la actividad de estas células. Las manchas pueden tener color porque las células en tus ojos que detectan el color también muestran esta actividad. Estas señales se transmiten al cerebro, y el cerebro interpreta esta actividad aleatoria. Tu cerebro no sabe que no fueron producidas por una luz real, así que pensamos que estamos viendo luces y patrones de colores que no están presentes. ¡Es una especie de ilusión!"
Además, aplicar una suave presión al globo ocular puede inducir fosfenos, aunque esto no debe intentarse sin la guía de un profesional, según IFLScience.
En su artículo para The Conversation, Schmid advirtió tener precaución si hay cambios notables en lo que ves, como un aumento en la prominencia o persistencia de patrones de luz, ya que esto puede ser señal de un problema que debe ser examinado profesionalmente.