Los católicos se reunieron en Jerusalén el viernes, el primer viernes de Cuaresma, para recordar un evento de la Biblia llamado el 2º Misterio Doloroso cuando Jesús fue coronado con espinas.
El obispo emérito Giacinto-Boulos Marcuzzo dirigió la conmemoración en la capilla del convento de Ecce Homo. Las Hermanas de Notre Dame de Sion y la Comunidad Chemin Neuf gestionan el convento.
Marcuzzo, en su discurso, enfatizó la responsabilidad de la comunidad católica local para conmemorar los "misterios del Evangelio donde ocurrieron", dijo el Patriarcado Latino de Jerusalén.
También hizo hincapié en un mensaje de perdón, similar al mensaje de Su Beatitud Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, quien habló el Miércoles de Ceniza, unos días antes en la Pro-Catedral del Patriarcado Latino, la iglesia principal o "madre" de la Diócesis de Jerusalén.
"La temporada de Cuaresma es un momento propicio para el perdón, para la reconciliación", dijo el patriarca.
Según la tradición cristiana, Jesús fue coronado con espinas el día de su crucifixión. Las espinas estaban destinadas a burlarse de él por afirmar ser el "rey de los judíos". La corona fue hecha de arbustos de espinas locales por los soldados romanos.
Historia de la corona
Se cree que esta corona estuvo guardada en Jerusalén hasta que fue transferida a Constantinopla en 1063. Finalmente fue llevada a París, donde permanece hoy en día.
Según datos compartidos por el Patriarcado Latino, solo alrededor de 30,000 católicos viven en Israel, no incluyendo a cristianos de habla rusa, trabajadores extranjeros católicos y refugiados católicos.
Alrededor de 187,900 cristianos viven en Israel, lo que representa el 1.9% de la población, según un informe publicado en diciembre de 2023 por la Oficina Central de Estadísticas. La población cristiana en Israel ha experimentado un crecimiento leve en los últimos años.