En una declaración televisada, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, llamó a los residentes de Cisjordania y Jerusalén a atrincherarse en la mezquita de al-Aqsa al comienzo del Ramadán. Haniyeh también pidió "un movimiento amplio e internacional para romper el asedio sobre la mezquita de al-Aqsa".
Negociaciones de rehenes
Haniyeh aseguró que, en cuanto a las negociaciones de rehenes, Hamás estaba demostrando "flexibilidad", aunque el grupo terrorista sostuvo que continuarían luchando.
Haniyeh se refirió a la posibilidad de una invasión de la FDI en Rafah y expresó la esperanza de que los esfuerzos internacionales contuvieran las ambiciones de Israel de invadir.
En sus propias palabras: "La ocupación y su socio, Estados Unidos, no podrán lograr mediante maniobras políticas lo que no lograron en combate. El mundo, especialmente los estados árabes, debe contener al enemigo y negarse a permitirles invadir la ciudad de Rafah."