Hay innumerables formas de expresar talentos artísticos y medios inusuales para dar rienda suelta a la musa. Meir Sharon, de 30 años, un joven talentoso de Israel, siempre tuvo habilidad para el arte; incluso de niño, disfrutaba creando cosas. Creció en Karnei Shomron, un pequeño asentamiento en Samaria, y en las FDI utilizó sus talentos para diseñar el equipamiento de camuflaje de su unidad.
Debido a un accidente durante su servicio en las FDI, estuvo inactivo durante varias semanas. Fue su padre quien sugirió que se aprentizara en la herrería de un amigo en Ofra, Yosie Gur Arie, y las oportunidades de doblar y esculpir el duro material se encendieron. Sharon estudió diseño industrial en la Universidad de Ariel (esta vez por sugerencia de su madre, también artista) pero ya en ese momento, comenzó su trabajo pionero en la producción de artefactos originales y diseño de hogares forjando metal.
Iniciándose en la herrería
"Un amigo me preguntó si podía hacer un pasamanos para la escalera de la nueva casa de su madre. Acepté, aunque no tenía ni idea de cómo hacerlo", admite. Pasó muchas horas diseñando y experimentando, ideando una forma de hacerlo, y el producto terminado fue muy bien recibido. Luego trabajó en una puerta metálica con su propio diseño artístico, y a partir de entonces comenzó a recibir pedidos.
"Realmente tuve que empezar desde cero para la mayoría de mis trabajos", dice el artista. "El equipo tradicional común de herrería no siempre se adaptaba a mis necesidades. Necesitaba martillos y tenazas especiales que diseñé yo mismo. El yunque básico en el que se golpea el metal caliente no es algo que se pueda comprar en el mercado". Sharon necesitaba varios yunques. Encontró uno tirado detrás de un vertedero de basura, y otro lo heredó de un viejo herrero que cerró su negocio. Un tercer yunque regresó con sus padres desde Hungría, donde hicieron un tour el año pasado.
Otro desafío para el herrero artístico fue producir productos con diversos tonos de azul, amarillo, dorado, rojo intenso o grises. Aprendió a manipular la cantidad de calentamiento que recibe cada artículo para obtener el colorido justo. Además, aprendió desde temprano que para garantizar la calidad duradera de sus obras y evitar el óxido, todos los artefactos deben estar cubiertos con laca, ya sean creaciones propias o de sus clientes y estudiantes.
Sharon no es solo un artesano. También disfruta enseñando. Tiene pequeños grupos que vienen a su estudio en Itamar para aprender su oficio observando y practicando. Además, su estudio se ha convertido en un lugar popular para visitas de grupos como salidas de empleados, fiestas de cumpleaños, celebraciones y todo tipo de tours. La clave de cada visita no es solo ver qué se puede hacer manipulando metal, sino también involucrar a cada participante en la creación de algo ellos mismos.
Recientemente, mi nuera celebró un cumpleaños importante, y todos sus hijos y nietos la llevaron al estudio de Sharon como sorpresa. Después de recibir explicaciones básicas sobre cómo trabajar con metal y votar sobre lo que querían crear como familia, todo el grupo, bajo la dirección del artista, elaboró un hermoso candelabro hecho a mano que la familia usará ahora y para siempre y con el que conmemorarán el evento.
Sharon ha dirigido a otros grupos para crear candelabros, adornos de pared de metal, abridores de botellas decorativos, mezuza, colgadores de llaves, percheros y muchos otros artículos con su sello individualizado y duradero. Un artículo popular que las personas con reumatismo suelen pedir es un brazalete hecho de cobre martillado que algunos creen que alivia los síntomas. El Departamento de Turismo de Shomron (Samaria) ha incluido el estudio de Sharon en su lista de sitios recomendados para visitar.
Sin embargo, está especialmente orgulloso de su ingreso al mundo de la yeshivá de la escuela secundaria, donde imparte una clase regular sobre metalurgia a un grupo selecto de jóvenes durante sesiones de tres a cuatro horas en Itamar. Él mismo estudió allí hace 15 años. "Esta clase es especialmente adecuada para niños que tienen mucha energía, que pueden martillar una varilla de metal ardiente y convertirla en algo útil y atractivo", dice. En el reciente bazar de la Escuela de Arte Bezalel, dirigió un taller sobre metalurgia como parte de la rama de artesanías antiguas de la escuela.
Ahora que ha establecido un nombre para sí mismo, Sharon está empezando a explorar una dirección adicional para su expresión artística. Está comenzando a combinar artefactos de metal con madera y piedra natural, otro elemento duradero y local no fácil de trabajar pero con resultados impresionantes. "Mis artículos recuerdan a las artesanías tradicionales de Eretz Yisrael", declara Sharon, quien definitivamente está profundamente arraigado en su tierra natal, ya que utiliza el material disponible. "Siento que más que mi arte es una expresión de artesanía, es una expresión del corazón", concluye.
Meir y su esposa, Talia, viven en Esh Kodesh, un asentamiento joven en Shomron donde están criando a cinco hijos y son miembros muy activos de su comunidad. Él es bastante humilde sobre su trabajo innovador como herrero artístico y su avance en un campo único del arte, donde solo el cielo es el límite.