¿Qué son los "buscapersonas" usados por operativos de Hezbolá?

Descubre cómo Hezbolá utilizaba los antiguos buscapersonas en sus operaciones y cómo su reciente detonación ha causado caos y heridas en sus filas.

 Diferentes tipos de localizadores. Se siguen utilizando en zonas sin cobertura. (photo credit: SHUTTERSTOCK)
Diferentes tipos de localizadores. Se siguen utilizando en zonas sin cobertura.
(photo credit: SHUTTERSTOCK)

La generación de TikTok, Instagram y WhatsApp no tiene idea sobre el dispositivo que existió antes de los teléfonos móviles. Se llamaba "buscapersonas" y permitía a periodistas, médicos, técnicos y gerentes recibir mensajes incluso desde áreas remotas. El ciberataque que hirió a terroristas de Hezbollah en varios países ha revelado que el dispositivo, que muchos pensaban que había desaparecido, sigue siendo utilizado por Hezbollah.

El buscapersonas, que recibía mensajes cortos y alertaba a su usuario con un pitido, fue inventado originalmente en Estados Unidos en la década de 1920. Al Gross, el empresario que también inventó la primera radio pequeña, desarrolló el buscapersonas en la década de 1940. Inicialmente, se utilizaba en sistemas de seguridad y públicos en EE. UU., especialmente en hospitales y unidades de emergencia. En la década de 1950, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó el buscapersonas para un uso comercial generalizado, marcando su inicio como una solución de comunicación personal.

En Israel, el localizador se volvió particularmente popular desde la década de 1970 hasta principios de la década de 1990. El dispositivo era comúnmente utilizado por profesionales que necesitaban estar disponibles en todo momento, como médicos, personal de emergencia, trabajadores de seguridad y empresarios. Para ellos, el localizador era una forma eficiente de mantenerse en contacto fuera de la oficina sin necesidad de un teléfono fijo. Los usuarios recibirían un mensaje de voz o texto corto, generalmente solicitándoles que devolvieran una llamada a un número específico.

El localizador funciona mediante la transmisión de ondas de radio en frecuencias asignadas a cada dispositivo. Cuando se recibe un mensaje, el dispositivo emite un pitido, lo que incita al usuario a devolver la llamada. A medida que la tecnología avanzaba, los dispositivos se hacían más pequeños y mensajes cortos (números o algunas palabras) podían aparecer en la pequeña pantalla del localizador.

La operación del localizador era simple pero ingeniosa: cuando alguien quería enviar un mensaje al usuario del localizador, llamaban al centro del localizador y daban el mensaje al operador. El mensaje luego se enviaba a través de una frecuencia de radio única para el dispositivo del usuario. Al recibir el mensaje, el localizador emitiría un pitido fuerte (de ahí su nombre en hebreo, "beeper") o, en algunos casos, vibraría.

 Un hombre hablando por el móvil (credit: INGIMAGE)
Un hombre hablando por el móvil (credit: INGIMAGE)

El mensaje incluía típicamente el número de teléfono que el usuario debía llamar, y a veces mensajes más cortos. El usuario tenía que encontrar un teléfono público o fijo para devolver la llamada. Aunque el dispositivo no permitía la comunicación bidireccional, era suficiente para entregar mensajes urgentes con relativa inmediatez para la época.

La decadencia de los bípers

En la década de 1990, a medida que los teléfonos móviles se hicieron ampliamente disponibles, el uso de los bípers disminuyó rápidamente. Los teléfonos móviles ofrecían opciones de comunicación más extensas, con la capacidad de hacer llamadas desde cualquier lugar, enviar mensajes de texto y ofrecer servicios adicionales. A medida que los teléfonos móviles se volvieron más accesibles, el bíper perdió su lugar como herramienta de comunicación principal para profesionales e instituciones.

En Israel, Pelephone, que comenzó a operar a fines de la década de 1980, lideró la revolución móvil, y los profesionales que previamente habían confiado en los bípers cambiaron rápidamente a los teléfonos móviles. Para finales de la década de 1990, el uso de bípers casi había desaparecido de los espacios públicos en Israel.

A pesar de la marcada disminución en el uso de bípers entre el público en general, el dispositivo sigue siendo utilizado en algunos campos específicos, aunque en una escala mucho menor. Un área de uso es la salud. Los médicos y el personal médico, en particular en salas de emergencia, todavía utilizan bípers debido a su confiabilidad en lugares donde los teléfonos móviles no siempre funcionan, como sótanos y espacios cerrados.

Además, algunos sistemas de emergencia y seguridad siguen utilizando bípers como respaldo a sistemas de comunicación más avanzados debido a la simplicidad y confiabilidad del dispositivo. Incluso hoy en día, en una era de tecnología avanzada, el bíper continúa desempeñando un papel limitado pero esencial en ciertos sectores.