Los cristianos sirios salieron a las calles del antiguo Damasco en Nochebuena (martes) para protestar por la quema de un árbol de Navidad en la ciudad de mayoría cristiana de Al-Suqaylabiyah por parte de combatientes islamistas extranjeros, según los medios locales.
El árbol de Navidad fue incendiado el lunes por hombres armados con máscaras, que fueron identificados como extranjeros debido a que hablaban árabe coránico en lugar del dialecto local.
Esto ocurre después de repetidas promesas de protección de las minorías nacionales de Siria por parte del liderazgo de Hay'at Tahrir al-Shams (HTS), en particular su comandante en jefe Ahmad al-Sharaa, conocido por su nombre de guerra Abu Mohammed al-Julani, quien ha destacado el compromiso del nuevo gobierno con la gobernanza pluralista.
Tras el incendio provocado, los manifestantes salieron a las calles exigiendo sus derechos y marcharon hacia la oficina del Patriarcado Griego en Damasco.
Los manifestantes sostenían cruces y la nueva bandera nacional de Siria mientras pedían el fin de "la injusticia y el sectarismo contra los cristianos".
"O vivimos en un país que respeta nuestro cristianismo como lo hacíamos antes o abran la puerta para que podamos irnos al extranjero", dijo un manifestante a los medios locales.
Acción rápida contra los incendiarios
Funcionarios de la administración militar, así como clérigos islámicos, se reunieron con el padre Maher Haddad de la parroquia de Al-Suqaylabiyah y prometieron castigar a los autores del incendio y restaurar completamente el árbol para la víspera de Navidad.
Los medios sirios citaron al padre Haddad diciendo que ocho extranjeros prendieron fuego al árbol de Navidad dos días después de que fuera encendido.
También confirmó que los servicios de seguridad habían arrestado a los responsables del incendio.
Miembros de la nueva administración se reunieron con residentes y figuras cristianas en la ciudad, pidiendo disculpas y prometiendo proteger y proporcionar un nuevo árbol. Culparon la situación completamente a las acciones individuales de combatientes extranjeros.
El gobierno interino sirio ordenó que se desplegaran fuerzas de seguridad adicionales en los principales barrios cristianos de Damasco para protegerlos durante la Navidad, informó Al-Hurra, respaldado por el gobierno de Estados Unidos.