Un equipo del Instituto Guttmann concluyó que los síntomas de Kahlo, que incluían intenso dolor de espalda, dolor en las piernas y pérdida o alteración de la sensibilidad en la parte inferior del cuerpo, podrían atribuirse a un CES traumático que se cree fue consecuencia de su accidente de tráfico, informó El Financiero. El estudio, publicado en el Journal of Neurology, ofrece una explicación integral de los síntomas que afectaron la vida y obra de Kahlo, según lo señalado por Proceso.
Según RPP Noticias, Kahlo sufrió un accidente de autobús a la edad de 18 años, lo que le causó un intenso dolor y la obligó a permanecer inmóvil durante períodos prolongados. Durante el accidente, dos de sus vértebras lumbares, L3 y L4, se fracturaron y desplazaron, y una barandilla de hierro le causó una perforación abdominal, entrando por su cadera izquierda y saliendo por su vagina. ABC Color informa que sus lesiones también incluían codo, tobillos y hombros izquierdos dislocados; múltiples costillas rotas; tres fracturas en su pelvis; y once fracturas en su pie derecho aplastado.
Prensa Libre señala que los documentos médicos de la época de Kahlo registraron una disminución de la sensibilidad en sus piernas y dolor neuropático, síntomas que coinciden con el diagnóstico de síndrome de cauda equina. Los investigadores del Instituto Guttmann accedieron a los registros médicos de Kahlo, que indicaban que sufrió "una disminución de la sensibilidad en la parte inferior de su cuerpo y un empeoramiento de su pie y pierna derecha" después del accidente, según lo informado por El Observador.
"El síndrome de cauda equina es una condición rara, y su identificación en pacientes históricos como Kahlo puede ayudar a comprender mejor sus síntomas e impacto", afirmó Hatice Kumru, neuróloga del Instituto Guttmann y autora del artículo, según La Razón. Kumru también señaló: "Hoy en día se sabe que estos métodos a menudo pueden provocar atrofia muscular, empeorar el dolor y causar trastornos de la marcha, lo que probablemente contribuyó a su discapacidad", refiriéndose a los corsés ortopédicos que utilizaba Kahlo, según Milenio.
El diagnóstico erróneo durante la época de Kahlo la llevó a usar estos corsés, que resultaron contraproducentes. Con el conocimiento médico actual, los investigadores concluyeron que esos tratamientos no eran los más adecuados, según informa El Financiero. Los hallazgos del estudio indican que el síndrome de cauda equina, que afecta a las raíces nerviosas de la columna vertebral, proporciona una explicación integral de los síntomas de Kahlo, que anteriormente se atribuían a causas múltiples como fracturas e inmovilización.
El Milenio señala que un intenso dolor lumbar que se irradia a las piernas es un síntoma principal del síndrome de la cola de caballo. Otros síntomas incluyen pérdida de fuerza muscular en las piernas, entumecimiento u hormigueo en los muslos, piernas y pies, y disfunción de la vejiga. 20 Minutos informa que Kahlo mencionó en sus escritos un persistente dolor ciático y una hipersensibilidad al tacto, incluyendo en áreas genitales, que los investigadores atribuyen al dolor espontáneo continuo y la alodinia.
Los investigadores descartaron el síndrome post-polio y la espina bífida como posibles explicaciones de sus síntomas. HuffPost España reporta que el síndrome post-polio no se asocia con déficits sensoriales. La Razón añade que los síntomas del síndrome post-polio suelen aparecer 50 años después de contraer la enfermedad, y Kahlo tuvo polio a los seis años. El País Uruguay menciona que los investigadores no encontraron referencias a síntomas compatibles con estas condiciones en las cartas de Kahlo o la literatura disponible antes del accidente.
El Milenio enfatiza que el nuevo diagnóstico no solo revela lo que Kahlo padeció, sino también cómo afectó su obra artística y su vida. Su condición impactó su carrera junto a Diego Rivera, afectando su creatividad y producción de pinturas. Prensa Libre señala que en su pintura de 1944 "La columna rota", Kahlo se retrata a sí misma con un corsé atado a su cuerpo por una columna y decenas de clavos en su piel, reflejando sus dolencias físicas y expresando su dolor. De manera similar, La Estrella de Panamá destaca que en su pintura de 1946 "El venado herido", se retrata a sí misma con el cuerpo de un venado atravesado por once flechas, simbolizando su sufrimiento.
En 1953, debido a la gangrena, los médicos amputaron la pierna derecha de Kahlo por debajo de la rodilla. Al año siguiente, en 1954, falleció, según informó El País Uruguay. "Tengo la impresión de haber sufrido siglos de tortura, y a veces casi enloquezco", dijo Kahlo después de la amputación, según La Razón.
Este artículo fue escrito en colaboración con la empresa de inteligencia artificial generativa Alchemiq.