El Consejo Nacional de Seguridad Nutricional emitió un comunicado el martes expresando su profunda preocupación por el bienestar de los 120 rehenes que aún permanecen en cautiverio de Hamas y instando a los organismos internacionales, como mínimo, a garantizar que la ayuda humanitaria llegue a los rehenes detenidos en Gaza.
Habiendo pasado más de 290 días en Gaza, el consejo resaltó que la salud de los rehenes es motivo de profunda preocupación, especialmente dado los testimonios de rehenes liberados que dejaron en claro que los cautivos fueron sometidos a negligencia, hambre, consumo limitado de agua y falta de nutrientes esenciales.
El consejo afirmó que el estado nutricional y de salud de los rehenes se vio gravemente afectado, lo que ha llevado a complicaciones irreversibles a largo plazo y situaciones inmediatamente amenazantes para la vida.
"Las implicaciones fisiológicas de una mala nutrición y el hambre prolongada son la incapacidad para satisfacer las necesidades básicas del cuerpo, lo que conduce a la disminución de tejidos, incluyendo tejido graso y muscular, el deterioro de la función de varios sistemas, especialmente el sistema inmunológico, deterioro cognitivo y deterioro de la salud mental", explicó el consejo en su declaración. "Estos efectos llevan a graves y a veces irreversibles deterioros de la salud, y en algunos casos, la muerte".
La composición demográfica de los rehenes restantes varía en términos de género, rango de edad (1 a 86 años) y condición médica previa al secuestro. Algunos de los rehenes se sabe que tenían afecciones preexistentes como asma, enfermedades inflamatorias intestinales, osteoporosis, epilepsia y alergias alimentarias como la enfermedad celíaca e intolerancia a la lactosa.
El sufrimiento prolongado de los rehenes
Además de las necesidades de salud complejas, es probable que los rehenes requieran tratamiento médico, farmacéutico y nutricional adecuado debido a la tortura prolongada y la violencia a la que han sido sometidos por Hamás y otros grupos terroristas en Gaza. Los rehenes liberados han testificado que recibieron una atención inadecuada por las lesiones sufridas durante el 7 de octubre, con una rehén revelando que fue tratada por un veterinario.
"Contar con seguridad alimentaria es un derecho básico para cada individuo", enfatizó el consejo. "La seguridad alimentaria adecuada incluye garantizar la capacidad de cada persona de acceder regular, continua y rutinariamente a alimentos que contengan todos los nutrientes necesarios para un desarrollo y salud adecuados.
"La restricción de suministros esenciales, la falta de supervisión, impedir visitas humanitarias de la Cruz Roja y restringir el acceso a alimentos durante un largo período de tiempo, como se mencionó anteriormente, no solo constituye tortura continua, sino que también representa una amenaza real para individuos indefensos e inocentes, lo cual es reprobable según todos los estándares humanitarios.
"El Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria insta a la comunidad internacional, al gobierno y a las organizaciones de derechos humanos a intervenir y utilizar todos los medios necesarios para garantizar la liberación inmediata de los rehenes o, al menos, tomar medidas humanitarias inmediatas para garantizar la seguridad alimentaria de los rehenes de acuerdo con sus requerimientos nutricionales y condición médica".