Australia, Nueva Zelanda y Canadá pidieron el viernes un alto el fuego inmediato en Gaza y solicitaron a Israel que responda a un tribunal de las Naciones Unidas que la semana pasada dictaminó que su ocupación de territorios palestinos y asentamientos allí era ilegal.
"Israel debe escuchar las preocupaciones de la comunidad internacional", dijo la declaración de los líderes.
"La protección de los civiles es primordial y un requisito según el derecho humanitario internacional. Los civiles palestinos no pueden pagar el precio de derrotar a Hamas. Debe terminar".
Los líderes también dijeron que Israel necesitaba responsabilizar a los colonos extremistas por los actos de violencia continuos contra los palestinos, revertir su programa de asentamientos en Cisjordania y trabajar hacia una solución de dos estados.
La embajada de Israel en Australia dijo el jueves que condenaba los actos de violencia contra las comunidades palestinas.
La semana pasada, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dijo que la ocupación de Israel de los territorios palestinos y sus asentamientos allí son ilegales y deben ser retirados lo antes posible, constituyendo sus conclusiones más contundentes hasta la fecha sobre el conflicto israelí-palestino.
La declaración del líder instó a Israel a "responder sustancialmente" a la CIJ.
Israel debe "responder sustancialmente"
El ministerio de Relaciones Exteriores de Israel rechazó la opinión de la CIJ la semana pasada como "fundamentalmente errónea" y parcial, y reiteró su postura de que un arreglo político en la región solo puede lograrse mediante negociaciones.
Israel capturó Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este - áreas de la Palestina histórica que los palestinos desean para un estado - en la guerra de Oriente Medio de 1967 y desde entonces ha construido asentamientos en Cisjordania y los ha expandido constantemente.
Los líderes israelíes argumentan que los territorios no están ocupados en términos legales porque se encuentran en tierras en disputa, pero las Naciones Unidas y la mayoría de la comunidad internacional los consideran territorio ocupado.
La declaración conjunta, la segunda desde febrero, expresó preocupación por la escalada de violencia entre Israel y Hezbolá y dijo que el riesgo de una guerra regional más amplia hacía que un alto el fuego en Gaza fuera aún más urgente.
La declaración se produjo horas después de que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, presionara al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para ayudar a alcanzar un acuerdo de alto el fuego en Gaza que aliviaría el sufrimiento de los civiles palestinos, adoptando un tono más duro que el presidente Joe Biden.