El candidato presidencial republicano Donald Trump habló por teléfono con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el miércoles y discutieron el alto al fuego en Gaza y el acuerdo de liberación de rehenes, informó Axios, citando dos fuentes estadounidenses.
Una fuente le dijo a Axios que la llamada de Trump tenía la intención de animar a Netanyahu a aceptar el acuerdo, pero hizo hincapié en que no sabía si eso es realmente lo que el expresidente le dijo a Netanyahu. La campaña de Trump no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
A finales del mes pasado, Netanyahu visitó EE. UU. y se reunió con el presidente Joe Biden, la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Trump.
Egipto, Estados Unidos y Qatar han programado una nueva ronda de negociaciones para un alto al fuego en Gaza para el jueves.
Biden presentó una propuesta de alto al fuego en tres fases en un discurso el 31 de mayo. Desde entonces, Washington y mediadores regionales han intentado organizar el acuerdo de alto al fuego por rehenes en Gaza, pero se han encontrado con obstáculos repetidos.
Hamas dijo el miércoles que no participaría en una nueva ronda de conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza programada para el jueves en Qatar, pero un funcionario informado sobre las conversaciones dijo que los mediadores esperaban consultar con el grupo islamista palestino después.
Washington, el aliado más importante de Israel, ha dicho que un alto el fuego en Gaza reducirá la creciente amenaza de una guerra más amplia en Medio Oriente.
Aumento del riesgo de escalada
Ha habido un aumento del riesgo de una guerra más amplia después de los recientes asesinatos del líder de Hamas Ismail Haniyeh en Irán y del comandante militar de Hezbollah Fuad Shukr en Beirut. Ambos provocaron amenazas de represalia contra Israel.
La última violencia en el conflicto israelí-palestino de décadas se desató el 7 de octubre cuando Hamas atacó a Israel, matando a 1,200 personas y tomando alrededor de 250 rehenes, según cifras israelíes.
El asalto posterior de Israel al enclave gobernado por Hamas desde entonces ha matado a casi 40,000 palestinos, según el ministerio de salud local, mientras que también ha desplazado a casi toda la población de 2.3 millones, causando una crisis de hambre y llevando a acusaciones de genocidio en la Corte Mundial que Israel niega.