Una carta que supuestamente el líder de Hamas, Yahya Sinwar, envió al secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en la que Sinwar expresó su gratitud al grupo terrorista, fue publicada en el Telegram oficial de Hezbollah el viernes por la mañana.
En la carta, Sinwar expresó su gratitud por las condolencias de Nasrallah tras el asesinato del ex jefe político de Hamas, Ismail Haniyeh.
Haniyeh fue asesinado en una explosión en Teherán en julio, en lo que algunos afirman fue un asesinato por parte de Israel, sin embargo Israel nunca ha confirmado oficialmente esto.
Sinwar no ha aparecido en público desde los ataques del 7 de octubre y se cree ampliamente que está dirigiendo la guerra desde túneles bajo Gaza. Esta carta es la segunda que supuestamente envió esta semana, después de que Hamas dijera el martes que Sinwar había enviado una felicitando al presidente argelino Abdulmadjid Tebboune por su reelección.
Carta de Sinwar a Nasrallah
"Excelente Hassan Nasrallah, Secretario General de Hezbollah en Líbano, paz y bendiciones", comienza la carta.
"Nosotros, en el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, hemos recibido su carta con gran respeto y aprecio, la cual incluía bendiciones y condolencias por la caída de nuestros mártires, incluyendo a su compañero en la lucha y resistencia, el líder mártir Ismail Haniyeh 'Abu Abed', jefe de la oficina política del movimiento, y su compañero, el mártir Wasim Abu Shaban 'Abu Anas'".
"Agradecemos sinceramente su noble solidaridad, como se refleja en sus acciones para ayudar al eje de la resistencia, y su apoyo e involucramiento en la lucha [palestina]. Oramos para que Dios bendiga sus esfuerzos y los proteja a usted y a su país de todo mal", continuó la carta.
"Nuestro mártir, el líder y símbolo de la nación de Palestina, 'Abu Abed', cayó en la batalla de 'Tormenta de Al-Aqsa', una de las batallas más históricas y significativas de nuestro pueblo palestino", añadió.
Al final de la carta, Sinwar declaró la continuación de la lucha hasta la "expulsión de la ocupación" y el establecimiento de un estado palestino independiente con Jerusalén como su capital. También enfatizó la importancia de defender los sitios sagrados, especialmente la Mezquita de Al-Aqsa.