El gobierno colombiano lanzó un proyecto a principios de este año para rescatar un naufragio de 300 años, que se estima que contiene un tesoro de $20 mil millones. El presidente colombiano Gustavo Petro ha ordenado a su gobierno que retire lo que él ha llamado el "santo grial de los naufragios" - el barco español San José - del fondo del Mar Caribe lo antes posible, informó el ministro de Cultura del país a Bloomberg.
Petro quiere sacar el naufragio del barco, que tiene 3 mástiles y 62 cañones, a la superficie antes del final de su mandato en 2026, y está buscando crear una asociación público-privada para realizar el proyecto. Existe un misterio en torno a la propiedad de la vasta cantidad de oro, plata y esmeraldas del barco, valorada entre $4 mil millones y $20 mil millones, según una demanda.
Ahora las comunidades indígenas en Bolivia, descendientes de mineros que excavaron en busca de oro, se oponen a los planes del gobierno colombiano de rescatar los restos del barco del siglo XVIII, y han pedido a España y a la UNESCO que intervengan y detengan el proyecto. Colombia espera comenzar a recuperar los artefactos del naufragio del San José en los próximos meses, pero las comunidades de Caranga, Chicha y Kilca en Bolivia afirman que el barco y su contenido les pertenecen.
Gran parte del tesoro a bordo del San José se cree que fue extraído a través del trabajo forzado de los pueblos indígenas de Bolivia, por lo que los planes de Colombia de extraer los restos sin consultar a sus descendientes violarían el derecho internacional, afirmaron las comunidades en una carta a la UNESCO la semana pasada, que acusó que el esfuerzo se estaba llevando a cabo “sin nuestro consentimiento o participación, y sin considerar cómo afectará el presente y futuro de nuestras comunidades”.
El San José, que medía 46 metros de largo, transportaba una vasta cantidad de oro, plata y esmeraldas de América Latina de regreso a España en 1708 cuando fue hundido por un barco naval británico frente a la costa de Cartagena. Desde que se localizó su naufragio a 600 metros de profundidad en 2015, el descubrimiento ha estado "sumergido" en disputas legales internacionales, incluido un caso en curso en La Haya.
Colombia, España y una empresa privada reclaman la propiedad
Colombia, España y una empresa estadounidense de salvamento reclaman la propiedad del naufragio, apodado el "Santo Grial de los naufragios", y su carga. El gobierno colombiano anunció en febrero que pronto comenzará a investigar el naufragio y espera eventualmente construir un museo dedicado al barco y los hallazgos que estaban en él.
El gobierno destinó 7.3 millones de dólares a la primera fase de investigación, la cual requerirá robots tecnológicos avanzados para escanear el lecho marino.
Sin embargo, las comunidades indígenas de Bolivia afirman que Colombia no tiene derecho a explorar San José sin incluir a los descendientes de aquellos que alquilaron los metales preciosos encontrados en los tesoros del barco. Ellos creen que gran parte de la carga de San José fue extraída de las minas de Potosí en el sur de Bolivia, convirtiéndolo en un "patrimonio histórico y cultural compartido".