El Ministro de Cultura de Colombia, Juan David Correa, anunció que las operaciones para recuperar el galeón San José comenzarán en abril, según informó El Economista. Correa declaró que la extracción de abril será para "investigación cultural y técnica" del barco y que la operación del tesoro "no será para este año".
En 2022, el ex Presidente de Colombia Iván Duque anunció el descubrimiento de otros dos naufragios en la misma zona donde está enterrado el San José, según El Economista. Duque mencionó que la Armada colombiana ha localizado "una docena de embarcaciones similares" en la misma área.
Los colombianos han publicado videos del San José, realizados con cámaras sumergibles, que muestran la proa de madera del barco incrustada con vida marina, cañones de bronce esparcidos en la arena, y monedas de oro y porcelana azul y blanca brillando en el fondo del océano, según la BBC News. El gobierno colombiano ha declarado el área de naufragio del galeón San José como un Área Arqueológica Protegida y no ha compartido su ubicación exacta, lo que ha contribuido a un conflicto internacional sobre el tesoro que involucra a múltiples países, según informó El Economista.
El San José es considerado el naufragio más valioso del mundo y a menudo se describe como el Santo Grial de los naufragios, representando uno de los hallazgos más significativos en la arqueología submarina, según The Sun. El tesoro encontrado en la flota naval, incluyendo el San José, se estima que tiene un valor entre $7 mil millones y $18 mil millones, con algunas estimaciones valorando solo la carga del San José potencialmente en $18 mil millones, convirtiéndolo en el naufragio más valioso del mundo, según informó La República.
La batalla legal por el tesoro del San José ha llegado a la Corte Permanente de Arbitraje en La Haya, según UOL. España reclama la propiedad del San José y su tesoro, mientras que una empresa estadounidense y grupos indígenas de Sudamérica, incluidos los de Bolivia y Perú, argumentan que el tesoro no es español, ya que fue saqueado de las minas andinas durante el período colonial, según informó la BBC News. Samuel Flores, representante del pueblo Qhara Qhara, enfatizó que la riqueza "provenía de las minas de Potosí, en el altiplano boliviano".
"Es un caso enredado, y no veo una salida fácil de esto", dijo la historiadora Carla Rahn Phillips, según lo informado por HuffPost España. Los historiadores marítimos consideran el naufragio del San José como un cementerio, señalando que 600 personas se ahogaron con el barco, y creen que debe ser tratado con respeto, según El Economista.
Alhena Caicedo, directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh) desde septiembre de 2022, cree que hay "posibilidades" de localizar nuevos restos para ampliar hallazgos anteriores, al tiempo que señala que la zona a 600 metros de profundidad tiene "más concentraciones de material arqueológico", según El Economista.
Caicedo enfatiza que la intención actual es investigar el galeón, no extraerlo, como informa El Tiempo. Ella afirma: "Las personas que piensan que se puede sacar están equivocadas". Considera que el trabajo en el galeón San José ha sido muy satisfactorio y que es un proyecto a largo plazo.
España afirma su reclamación, argumentando que el San José y su carga siguen siendo propiedad del estado español. "El galeón San José es un barco estatal", dijo José Manuel García-Margallo, ex Ministro de Asuntos Exteriores de España, según lo informado por El Economista. "Es un buque de guerra estatal, no buques privados, por lo que hay propiedad estatal donde quiera que esté registrada la bandera del barco", añadió.
El caso también está siendo litigado entre Colombia y la compañía de búsqueda de tesoros Sea Search Armada, que reclama derechos sobre el descubrimiento del naufragio, involucrando a múltiples partes, incluidos grupos indígenas de Bolivia y Perú, según informó El Economista. "El tesoro del San José debería permanecer en el fondo del océano, junto con los restos humanos de los 600 miembros de la tripulación que murieron allí", afirmó Juan Guillermo Martín, un arqueólogo marítimo colombiano que ha seguido de cerca el caso del San José, según informó la BBC News. Agregó: "El tesoro es parte del contexto arqueológico y, como tal, no tiene valor comercial. Su valor es estrictamente científico".
Los arqueólogos utilizaron sonares y vehículos submarinos no tripulados para localizar las piezas más valiosas, muchas de las cuales estaban bajo capas de arena y coral muerto, lo que hizo posible la recuperación, según informó La República. Entre los artefactos recuperados se encuentran monedas de oro y plata, cadenas de oro con símbolos religiosos y joyas con piedras preciosas, incluidas aquellas escondidas por piratas o colonos durante incursiones.
El artículo fue escrito con la ayuda de un sistema de análisis de noticias.