La estancia continua en el extranjero de Yair Netanyahu cuesta 2,5 millones de shekels al año por la seguridad del Shin Bet, un chófer, una asignación diaria y más, informó el Canal 12 News el viernes.
Durante su entrevista en N12, el exoficial del Shin Bet Shlomo Harnoy expresó su desacuerdo sobre esta asignación de personal de seguridad del Shin Bet, argumentando que se aparta del protocolo. Ami Dror sugirió que estas medidas a menudo sirven como símbolos de estatus, planteando interrogantes sobre la asignación de recursos y las prioridades de seguridad nacional.
Según el informe de noticias N12, los arreglos de seguridad de Yair Netanyahu incluyen, entre otros, dos miembros del personal de seguridad del Shin Bet de la Unidad de Seguridad Personal, un conductor dedicado, un vehículo arrendado por el consulado israelí y una asignación diaria. Este paquete de seguridad integral tiene un costo considerable, estimado en alrededor de 207,000 shekels al mes, o aproximadamente 2,5 millones de shekels al año.
Shlomo Harnoy, ex jefe de la División Estatal de Seguridad Personal en el Shin Bet, se opuso vehementemente a esta configuración, enfatizando: "Yair Netanyahu no debería ser asegurado por la agencia, creo que eso es lo más esencial." Destaca la desviación de los protocolos de seguridad establecidos, donde solo ciertas personas, incluyendo al primer ministro, presidente y presidente del Tribunal Supremo, tenían derecho a seguridad del Shin Bet.
Tras protestas públicas fuera de la oficina del fiscal general durante el interrogatorio de Sara Netanyahu, se convocó rápidamente un comité ministerial, liderado por el ministro de Justicia Yariv Levin, para abordar las preocupaciones de seguridad de la familia.
Preocupaciones sobre seguridad como estatus
Ami Dror, anteriormente a cargo del equipo de seguridad de Benjamin Netanyahu, brinda información sobre las motivaciones subyacentes, sugiriendo que las medidas de seguridad mejoradas a menudo sirven como un símbolo de estatus en lugar de una necesidad genuina de seguridad. Comentó: "Gran parte de la presión sobre aquellos que son asegurados es por estatus, para pasear y parecer importantes en varios lugares".
Harnoy profundizó aún más en las implicaciones de desviar los recursos del Shin Bet para asegurar a individuos fuera del alcance habitual de protección, expresando preocupaciones sobre la seguridad comprometida y la asignación errónea de recursos.
"El problema aquí no es solo el salario, sino que estamos tratando esta historia desde el personal de seguridad del Shin Bet que se supone que debe estar en otro lugar", dijo.