La clínica de FIV L.B., vinculada a un caso de óvulos fertilizados importados extraídos de una mujer con hemofilia B, fue cerrada el domingo tras decisión del Ministerio de Salud.
A raíz de nuevos hallazgos y evidencia adicional, se realizó una auditoría sorpresa en la clínica que generó el temor de un daño claro e inmediato a la salud pública.
El Ministerio de Salud declaró: "Continuamos examinando los pasos adicionales necesarios en el asunto, incluida la investigación de la participación de otras partes, bajo las limitaciones de una investigación criminal. Continuaremos previniendo eficazmente el daño a la salud pública, incluidos los pacientes de la clínica".
Pacientes sufren negligencia del profesor
La semana pasada se reveló el nombre del Prof. David Bider, un experto en cirugía y ginecología que fundó la clínica L.B. y que es sospechoso de estar involucrado en la importación de huevos defectuosos de Georgia. Como parte de una investigación encubierta que se llevó a cabo durante varios meses en la unidad de fraude del distrito de Tel Aviv, se acumularon materiales investigativos contra dos destacados profesionales médicos. El primero es un embriólogo, jefe de un departamento en una de las cadenas de hospitales privados, y el segundo es un profesor que es dueño de una clínica privada para la fertilización in vitro y que realizó varias operaciones durante los últimos meses. Estos profesores estaban involucrados en la importación de óvulos fertilizados de Georgia para llevar a cabo la fertilización en Israel para sus pacientes. Se descubrió que algunos de estos óvulos tenían una enfermedad genética grave llamada hemofilia B.
Según la sospecha, los óvulos fueron extraídos de mujeres con hemofilia B en Georgia y devueltos a varias mujeres en Israel, de las cuales el equipo de investigación recopiló testimonios después de que resultaron heridas por el tratamiento y la devolución de los embriones. Actualmente, la policía tiene los nombres de cuatro denunciantes. Además, hay un caso de una mujer en su vigésima semana de embarazo que experimentó un mortinato, y en otro caso, una de las madres dio a luz a un bebé infectado con hemofilia B. La policía tiene confianza en las pruebas que recopilaron de que estos profesores cometieron los actos a sabiendas y conocían el alto riesgo de propagar la enfermedad.