Los trabajadores del impuesto de bienes inmuebles pasaron la mañana del viernes evaluando los daños causados por el accidente del UAV de anoche en Tel Aviv. Las secuelas eran evidentes en las ventanas rotas, las persianas destrozadas y los escombros esparcidos por la zona. Incluso los coches se vieron gravemente afectados, y algunos quedaron completamente destrozados. A pesar de los esfuerzos de los trabajadores municipales por retirar la mayor parte de los escombros, decenas de residentes y transeúntes seguían reuniéndose, visiblemente conmocionados por los acontecimientos.
Al hablar con los lugareños, muchos describieron un repentino destello de luz seguido de una potente explosión que sacudió sus hogares. Simon, que vive cerca, estaba dormitando en su balcón cuando se produjo la explosión. Salió ileso, pero la escena era caótica: incendios, cristales rotos y escombros esparcidos. Los residentes salieron de sus casas, desconcertados y asustados, intentando comprender la situación.
Angel, otro residente, relató el sobrecogedor sonido y temblor. La explosión llevó a la gente al exterior en un estado de confusión y miedo mientras intentaban comprender el fuego que había estallado. La experiencia dejó a muchos con la sensación de que su sensación de seguridad se había hecho añicos.
'Ataque con drones a Tel Aviv inconcebible'
Una pareja que vivía en un apartamento alquilado dijo que la explosión les despertó de un sobresalto, pensando inicialmente que podría haber sido un coche bomba o un conflicto criminal. La idea de un accidente de UAV no se les había pasado por la cabeza.
Un residente señaló la marcada diferencia de reacciones entre Tel Aviv y el norte, donde este tipo de incidentes se han convertido en algo casi cotidiano. La intensidad de la respuesta en Tel Aviv subrayó el contraste en las experiencias diarias entre las dos regiones.
Los evacuados del norte, que han permanecido en Tel Aviv durante unos nueve meses, compartieron su perspectiva. Un evacuado de Kiryat Shmona señaló la inquietante sensación de que la violencia del norte les había seguido hasta Tel Aviv.