Dos eritreos en sus treintas fueron asesinados y ocho resultaron heridos, dos de ellos gravemente, el sábado en una gran pelea en el sur de Tel Aviv, entre seguidores y opositores del régimen eritreo.
Imágenes de la pelea muestran a los participantes corriendo hacia una iglesia armados con armas y gas lacrimógeno. El Comandante de Distrito, Mayor General Peretz Amar llegó al lugar y ordenó refuerzos para hacer frente a la situación.
"Recibimos un reporte de una pelea entre varios hombres," dijo el paramédico de Magen David Adom, Simcha Simanduyev, y el médico principal Shoham Levy. "Llegamos con un gran contingente y vimos caos. Coordinamos con las fuerzas policiales y comenzamos a tratar a los heridos," pero dos de los heridos "estaban en estado crítico y tuvimos que declararlos muertos en el lugar."
Levy dijo que "dos personas más estaban en estado muy grave, mientras que otras dos estaban completamente conscientes pero con lesiones moderadas. Les brindamos atención médica y los evacuamos en unidades de cuidados intensivos de MDA al hospital. Otros equipos atendieron a varias personas conscientes con lesiones leves en el lugar."
Calles enteras fueron selladas
Itamar Avneri, miembro del consejo municipal del movimiento "Ciudad Púrpura" y la facción "Todos somos la Ciudad", comentó: "En los últimos meses, hemos visto cómo la negligencia prolongada del gobierno hacia la población eritrea, junto con el desprecio del municipio por el sur de Tel Aviv, ha creado una ciudad dividida.
Los residentes de larga data de los barrios del sur, junto con los refugiados y solicitantes de asilo, se encuentran abandonados a su suerte.
"Más allá de la respuesta policial inmediata, hay una necesidad de reformar las políticas de bienestar nacional y municipal para prevenir que este tipo de incidentes se repitan.
Todos merecen vivir en seguridad y paz, pero las autoridades permanecen en silencio, ignorando las advertencias repetidas de la comunidad eritrea sobre la situación volátil, y este es el resultado".
La iglesia eritrea en Tel Aviv emitió un comunicado diciendo que "varios feligreses resultaron heridos por apuñalamientos y gas lacrimógeno al salir de la iglesia. Nos pusimos en contacto con la policía para solicitar intervención.
Enfatizamos que la iglesia se opone a la violencia y no está involucrada en el conflicto entre partidarios y opositores del régimen eritreo. Solicitamos urgentemente la asistencia policial para combatir la violencia. Las apelaciones anteriores a la policía han sido ineficaces".
La iglesia también informó que "los agentes que respondieron al incidente dañaron propiedad de la iglesia, incluidas fotografías, equipo de oración y sistemas de grabación".