El jefe de gabinete del Primer Ministro, Tzachi Braverman, fue mencionado como el funcionario de alto rango involucrado en un presunto caso de extorsión que implica a un oficial de alto rango dentro del Secretariado Militar, informó la prensa israelí el domingo.
Fuentes cercanas al asunto han expresado preocupaciones de que Braverman, junto con miembros de la Oficina del Primer Ministro, pudieran haber accedido a documentación e información personal sobre el oficial, presuntamente con la intención de utilizar estos datos para influir en los protocolos gubernamentales, según los informes.
Varios meses antes, se presentó un informe a la oficina del Jefe de Gabinete, alegando que la Oficina del Primer Ministro tenía información sensible sobre un oficial de las FDI. Este informe, que fue enviado al Jefe de Estado Mayor Herzi Halevi, incluía afirmaciones graves de que la Oficina del Primer Ministro poseía grabaciones de cámaras de seguridad y otra documentación personal relacionada con el oficial.
En respuesta a las acusaciones, Braverman declaró: "La seria afirmación de que tengo documentación sobre algún oficial o intenté chantajear a alguien es falsa, al igual que el informe difamatorio de Michael Shemesh. Esta es una completa fabricación destinada a perjudicarme a mí y a la Oficina del Primer Ministro en medio de una guerra".
Tras el informe, Braverman envió una carta previa a la acción al reportero de Kan News, Michael Shemesh.
Mientras tanto, la Fiscal General Gali Baharav-Miara ha autorizado a las autoridades investigativas a avanzar con las investigaciones relacionadas con el Primer Ministro Benjamín Netanyahu.
Informes iniciales de que empleados de la Oficina del Primer Ministro (PMO) supuestamente tenían permitido ver documentos sensibles durante la guerra fueron reportados por KAN News el sábado.
El escándalo en curso a principios de este mes ha sacudido la oficina del Primer Ministro Benjamín Netanyahu con acusaciones de mala gestión de seguridad y manipulación deliberada de información sensible.
La última revelación, de que a los empleados se les permitió acceder a información clasificada, provino de imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad de la PMO, según informó KAN.
Fuentes familiarizadas con los detalles informaron a KAN que "la distribución interna de la documentación generó temores de un intento de extorsionar al oficial que trabajaba con la Oficina del Primer Ministro y poseía información sensible".
Una fuente le dijo a KAN que "la Oficina del Primer Ministro se comportó de manera criminal; los miembros de la Oficina del Primer Ministro deberían pagar el precio."
Alegaciones de filtraciones relacionadas con un acuerdo de rehenes
Informes anteriores de KAN sugirieron que la información clasificada se filtró selectivamente para dar forma a la percepción pública israelí sobre las negociaciones de rehenes con Hamas.
Según estas alegaciones, un documento filtrado implicaba un plan complejo de Hamas para trasladar rehenes de Egipto a Irán. Esta narrativa, supuestamente destinada a justificar retrasos en las negociaciones, fue posteriormente desacreditada, con algunos medios retractándose de sus historias.
La Oficina del Primer Ministro respondió a principios de este mes que el documento filtrado "nunca llegó a la Oficina del Primer Ministro desde el Servicio de Inteligencia Militar, y el primer ministro solo se enteró de ello a través de los medios de comunicación".