El jefe de Hezbollah, Naim Qassem, dijo en un discurso televisado que una pausa en las hostilidades estaba ahora en manos de Israel después de que él y su grupo revisaran y dieran su opinión sobre una propuesta de alto al fuego redactada por EE.UU. para poner fin a los enfrentamientos en una alocución televisada el miércoles.
Qassem dijo que está dejando que las conversaciones de alto al fuego continúen para ver si darán resultados o no, diciendo que la detención de los combates depende de la respuesta israelí y de la 'seriedad' de Netanyahu.
"Si atacan Beirut, atacaremos Tel Aviv", dijo.
"No nos quedaremos de brazos cruzados mientras nuestra capital es atacada."
Según él, "Los ataques contra nosotros fueron dolorosos, pero nuestra organización logró recuperarse del precio que sufrió. Tenemos combatientes fuertes y decididos."
"Tenemos dos opciones", dijo, "la cesta, o la humillación, y la humillación está fuera de nuestro alcance."
Negociar mientras se lucha
Él afirmó que Hezbollah negociaría y lucharía al mismo tiempo.
Qassem aseguró que la organización terrorista contribuiría de manera efectiva a una elección presidencial después del cese al fuego.
El Acuerdo de Taif
Además, declaró que cualquier paso político tomado y asuntos estatales estarían bajo el Acuerdo de Taif.
Según Arab Studies Quarterly, el Acuerdo de Taif pedía "la disolución y desarme de todas las milicias y la creación de un ejército y una policía nacional no sectarios".
El acuerdo también exigía "la retirada inmediata de las tropas israelíes y la salida de los cascos azules sirios en un plazo de dos años".