Amichai Chikli, ministro de Asuntos de la Diáspora y Combate del Antisemitismo de Israel, acusó al Papa Francisco de perpetuar un "peligroso libelo de sangre" contra Israel y distorsionar la historia en una carta contundente enviada el jueves.
La crítica de Chikli se centró en dos acciones recientes del Vaticano: los comentarios del Papa sugiriendo que las acusaciones de genocidio en Gaza "deben ser investigadas cuidadosamente" y una exhibición del nacimiento que retrata a Jesús envuelto en una keffiyeh, un símbolo del nacionalismo palestino.
"Hace dos semanas, participaste en una exhibición que hace eco de la narrativa palestina, retratando a Jesús como un árabe palestino", escribió Chikli. "Si esto hubiera sido un asunto puntual, no habría escrito. Sin embargo, en una expresión más severa, insinuaste recientemente que el Estado de Israel 'podría estar' cometiendo genocidio en Gaza".
Critica el uso del término genocidio, escribiendo: “Como una nación que perdió seis millones de sus hijos e hijas en el Holocausto, somos especialmente sensibles a la trivialización del término ‘genocidio’—una trivialización que está peligrosamente cerca de la negación del Holocausto.”
Hace más de una semana, se inauguró en la Plaza de San Pedro un belén que muestra a Jesús envuelto en un keffiyeh como parte de la exhibición navideña del Vaticano, diseñado por los artistas de Belén Johny Andonia y Faten Nastas Mitwasi. El Papa Francisco, en el evento, llamó a la paz, condenando la guerra y la industria de armamentos, declarando: “¡Basta de guerras, basta de violencia!” La obra de arte, “Natividad de Belén 2024,” fue creada con madera de olivo, nácar y otros materiales, mostrando simbolismo palestino. Esta exhibición sigue a los recientes comentarios controvertidos del Papa Francisco sugiriendo que las acciones de Israel en Gaza podrían constituir un genocidio.
'Reescribiendo la historia'
Chikli también condenó la exhibición del belén como un ejemplo de distorsión histórica, relacionándolo con esfuerzos más amplios para socavar las conexiones históricas judías.
"Es un hecho bien conocido que Jesús nació de una madre judía, vivió como judío y murió como judío", declaró Chikli. "No hay otra forma de entender esta decisión que como una adopción deliberada de la narrativa palestina".
Él enfatizó la importancia de Belén en la historia judía, escribiendo: "Belén es la ciudad donde Raquel, nuestra matriarca, murió dando a luz a Benjamín, y donde David, hijo de Isaí, nació, el mismo David que se convirtió en el Rey de Israel y hizo de Jerusalén su capital".
El ministro refutó las comparaciones entre las acciones de Israel en Gaza y el genocidio, calificando tales acusaciones como "un despreciable intento de reescribir la historia". Describió el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre como "salvaje" y detalló las atrocidades cometidas:
"Estos terroristas cometieron horribles crímenes de guerra contra la humanidad, incluyendo la masacre de docenas de familias israelíes, la violación y tortura sádica de mujeres, y el secuestro de niños, ancianos y hombres", escribió Chikli. "Esto es contra lo que estamos luchando. Es asombroso que incluso necesite ser explicado al mundo".
Para resaltar la gravedad del término genocidio, Chikli hizo referencia a Treblinka, donde "fueron asesinados 845,000 judíos de Polonia". Él escribió: "Esto es lo que parece un genocidio. Comparar esto con la lucha de Israel contra Hamas es una peligrosa distorsión de la historia".
Una súplica por claridad
Chikli instó al Papa Francisco a clarificar su posición sobre lo que él llamó "la difamación contra el Estado judío". Reconoció los esfuerzos anteriores del Papa para fortalecer los lazos judeocristianos, principalmente a través de reuniones con líderes judíos y familias de rehenes israelíes.
"Sabemos que eres un amigo cercano del pueblo judío", escribió Chikli mientras subrayaba la importancia de rechazar acusaciones falsas contra Israel. "Tu guía, acciones y liderazgo tienen un tremendo impacto a nivel mundial".
Chikli también hizo referencia al próximo 60 aniversario de la Declaración Nostra Aetate, que marcó un punto de inflexión en las relaciones judeocristianas.
La carta concluyó con un llamado al liderazgo moral. "La verdad y Dios son uno", escribió Chikli. "Te pedimos que te mantengas firme en la verdad".
La carta subraya las crecientes tensiones entre Israel y el Vaticano, especialmente en torno a las narrativas relacionadas con el conflicto israelí-palestino y el legado histórico de las relaciones judeocristianas.