Naim Qassem fue elegido como el nuevo líder de Hezbolá el martes por la mañana.
Qassem es una figura veterana en el grupo, habiendo servido como secretario general adjunto de la organización terrorista con base en Líbano durante más de tres décadas. Se trasladó a Teherán a principios de este mes debido a temores de que Israel pudiera asesinarlo.
Israel había eliminado previamente al líder anterior, Hassan Nasrallah, y a Hashem Safieddine, quien se rumoreaba que tomaría el lugar de Nasrallah antes de su propio asesinato.
Una fuente iraní dijo al sitio web emiratí Aram News que Qassem salió de Beirut en un avión iraní, acompañado por el Ministro de Relaciones Exteriores iraní Abbas Araghchi, hacia Damasco, y desde allí continuó hacia la capital iraní.
Qassem ingresa por primera vez a la política
Su actividad política comenzó en el Movimiento Amal chií libanés, del cual se separó en 1979 después de la Revolución Islámica de Irán. Participó en reuniones que llevaron a la formación de Hezbolá, establecida por los Guardias Revolucionarios de Irán en 1982.
Qassem también había sido considerado el líder de facto del grupo terrorista desde el asesinato de Nasrallah. Antes de su ascenso, era uno de los principales portavoces de Hezbolá, realizando numerosas entrevistas con medios extranjeros.
Mientras las hostilidades transfronterizas continuaban con Israel durante la guerra de Gaza, dijo a Al Jazeera en junio que la decisión de Hezbolá no era ampliar la guerra, pero que la pelearían si se les impusiera.
Luego afirmó en un discurso televisado a principios de mes que Hezbolá es "inquebrantable, y saldremos victoriosos", al mismo tiempo que aseguraba que las capacidades de la organización terrorista estaban intactas.
Reuters contribuyó a este informe.