Las fuerzas de la oposición siria, lideradas por la recién formada unidad "Shahin" especializada en drones y misiles, habrían ingresado a Alepo por primera vez desde que la ciudad fue retomada por las fuerzas gubernamentales en 2016 como parte de la ofensiva rebelde más grande en años.
Según informes, más de 40 pueblos, aldeas y posiciones militares en la periferia de Alepo han caído en manos de la oposición mientras las fuerzas del régimen sirio, respaldadas por milicias iraníes y el poder aéreo ruso, refuerzan sus posiciones, con los medios estatales confirmando "ataques importantes" en múltiples frentes.
Los Cascos Blancos de Defensa Civil de Siria informaron que los bombardeos del régimen y de Rusia en Idlib y la periferia de Alepo han matado a 15 civiles, incluidos niños, e herido a 36 personas. Sin embargo, el corresponsal de guerra Khalaf Muhammad declaró en un informe exclusivo a The Media Line que las facciones de la oposición habían matado a más de 200 miembros del régimen sirio, incluido un oficial iraní de alto rango, cuya muerte fue anunciada por Irán el jueves 28 de noviembre.
El corresponsal, que acompañaba a facciones de oposición en el campo de batalla en la zona rural de Alepo, informó que decenas de fuerzas del régimen fueron capturadas por las facciones y trasladadas a lugares bajo su control. Se mencionó la muerte del comandante del Cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán en Alepo, el General de Brigada Kiyumars Pourhasshemi, como el oficial militar de más alto rango muerto en esta batalla. Fue asesinado en una operación especial llevada a cabo por las facciones dentro de la ciudad de Alepo.
La coalición rebelde, conocida como "Comando de Operaciones Militares", ha afirmado la captura del Centro de Investigación Científica Militar en las afueras de Alepo, una posición significativa del régimen. La ofensiva, llamada "Detener la Agresión", se ve reforzada por la unidad Shahin, cuyos drones y misiles avanzados han cambiado la dinámica del campo de batalla.
En una entrevista con The Media Line, un comandante de campo afiliado a Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) explicó que la creación de esta unidad surgió de la necesidad de desarrollar armas especializadas capaces de cambiar el equilibrio de poder en el campo de batalla. En respuesta a esta necesidad, HTS lanzó un proyecto estratégico estableciendo la unidad "Shahin", especializada en la producción, fabricación y desarrollo de drones y armas avanzadas.
El portavoz (quien prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad) señaló que la unidad fue establecida con un presupuesto sustancial, reflejando la importancia estratégica que HTS otorga a este proyecto. La unidad está liderada por un oficial ingeniero y reporta directamente al líder de HTS, Abu Muhammad al-Julani, quien supervisa personalmente todas sus operaciones para garantizar que se cumplan los objetivos y se mantenga la confidencialidad.
Además, el general de brigada Mustafa al-Sheikh, un exoficial en las fuerzas del régimen sirio, afirmó en una entrevista exclusiva con The Media Line que la unidad "Shahin" marca un avance crucial en la fabricación local. La exitosa producción de estas armas demuestra una mejora significativa en las capacidades técnicas de los combatientes.
Reconfiguración del control e influencia en Siria
El avance de las facciones de oposición sirias y Hay'at Tahrir al-Sham representa una reconfiguración significativa del control e influencia en Siria, tanto a nivel local entre los grupos de oposición y el régimen sirio, como a nivel internacional, impactando a actores como Turquía y Rusia. El progreso de la oposición implica una mayor presencia turca en Siria, dada su apoyo a estas facciones, a la vez que reduce la influencia rusa e iraní.
Sin embargo, millones de civiles en Alepo temen la entrada de facciones armadas, lo que podría desencadenar enfrentamientos abiertos y poner en riesgo a los civiles. El control de la oposición sobre grandes áreas ofrece esperanza para cientos de miles de personas desplazadas en Idlib, que han estado viviendo en condiciones difíciles en campamentos de desplazados durante más de cinco años, de regresar a sus hogares.
La rápida caída de pueblos y ciudades en Idlib y en el campo de Alepo del control del gobierno sugiere que la oposición ahora posee armas capaces de mantener sus posiciones recién capturadas, especialmente en ausencia del apoyo aéreo ruso.
Rusia ha limitado su participación a declaraciones diplomáticas, con el Kremlin expresando preocupación por los grupos armados que se acercan a Alepo y instando al régimen sirio a ampliar su control. Sin embargo, no ha habido indicaciones de una intervención rusa directa en el conflicto en curso.
A medida que los rebeldes avanzan, la especulación gira en torno a la visita no anunciada del presidente sirio Bashar al-Assad a Moscú. El empresario sirio Firas Tlass le dijo a The Media Line que, según su información, el viaje de Assad a Moscú no está relacionado con los recientes acontecimientos en el norte de Siria.
En cambio, él visitó a su esposa, quien está recibiendo tratamiento en Rusia. Esto fue corroborado por el periodista sirio Samir Matini, quien señaló que Asma al-Assad, la esposa del presidente sirio, tiene una salud inestable debido al cáncer.