El establecimiento de seguridad de Israel ha expresado preocupación de que los rebeldes sirios puedan apoderarse de objetivos estratégicos en la zona de Alepo después de que los grupos rebeldes ingresaran a la ciudad la semana pasada y obligaran al régimen del presidente Bashar al-Assad a huir.
Tales armas pueden incluir misiles, instalaciones de producción y almacenamiento de armas químicas como el gas sarín, tanques, transportes blindados de personal y aeronaves en bases en la zona de Alepo y sus alrededores.
Además de los almacenes de armas ligeras, misiles portátiles, vehículos y diversos tipos de municiones, la zona contiene sitios de infraestructura para la producción de armas como cohetes, misiles de precisión y otros armamentos, algunos de los cuales son fabricados para Hezbolá y milicias chiítas proiraníes.
Estos sitios de producción están diseñados para complicar las operaciones de las FDI que apuntan al contrabando de armas desde Irán a Siria y de allí a Beirut.
Los rebeldes son principalmente de organizaciones arraigadas en al-Qaeda.
A corto plazo, se centran en oponerse al régimen de Assad. Sin embargo, el establecimiento de defensa teme que una vez consoliden el control sobre la zona, puedan dirigir sus intenciones y armamento hacia el frente interno israelí.
Las armas que podrían caer en sus manos, combinadas con su ideología extremista, podrían amenazar los intereses de seguridad de Israel, lo que requiere una vigilancia constante.
La implicación de Irán
Otro desarrollo altamente peligroso para Israel es la implicación de Irán, que actualmente se esfuerza por sofocar la rebelión liderada por los rebeldes contra el régimen de Assad.
Además, el éxito iraní en la arena siria podría fortalecer su influencia sobre el régimen sirio.
Recientemente, sin embargo, han surgido llamados cada vez mayores entre los estados sunitas moderados instando a Assad a romper con el "Eje del Mal", volver a unirse a la Liga Árabe y beneficiarse de inversiones que podrían ayudar a rehabilitar su régimen y a Siria.