Jerusalén es la capital del Estado judío de Israel. Cualquiera que lo diga en Israel no recibiría la menor atención. No es nada especial, solo un hecho. Pero esa misma frase provocaría gran indignación y rechazo en las calles de Washington, París, Londres o incluso Berlín. Y sin embargo, las emociones no cambian los hechos.
Hoy en día, Israel mantiene relaciones diplomáticas con numerosos países de todo el mundo, cada uno de los cuales ha abierto su propia oficina representativa en Tierra Santa. Aunque esto es algo positivo, la mayoría de estos países han desviado su sede a Tel Aviv.
Entre ellos se encuentra Alemania, uno de los socios más importantes y especiales de Israel; las razones históricas son bien conocidas. Hoy en día, se dice en Alemania que “la seguridad de Israel es la razón de Estado (Staatsräson) para Alemania” y que los alemanes están cerca de Israel como partidarios. Pero ¿por qué Alemania se niega a apoyar a Israel en este asunto diplomático?
La embajada alemana todavía está en Tel Aviv por las mismas razones que la mayoría de los otros países y la UE. Quieren esperar y tener la esperanza de un estado palestino y así sucesivamente. Como ciudadano alemán, veo que Alemania coloca sus otras embajadas en las capitales de los países anfitriones. Pero no en Israel, aunque Jerusalén es indiscutiblemente su capital. Esto debe cambiar.
Alemania debe estar al lado de su socio
En estos días, cuando Israel una vez más está bajo una enorme presión por parte de la comunidad internacional y se enfrenta a acusaciones falsas a pesar de su lucha por defenderse, es hora de que Alemania enfatice claramente su estrecha asociación y apoyo a Israel y envíe una señal clara.
Las palabras por sí solas no son suficientes, se necesitan acciones. ¿Qué podría ser una señal más fuerte que finalmente trasladar la embajada alemana a la capital de Israel, Jerusalén? En realidad, no es nada especial, solo un reconocimiento de la realidad. Pero uno importante.
Esto es especialmente importante en vista del hecho de que en estos días algunos estados miembros de la Unión Europea están pidiendo un estado palestino, lo cual es un agravio para Israel y sus ciudadanos, quienes esperan ante todo el regreso de los rehenes y la derrota de Hamás. Al trasladar la embajada, Alemania, como uno de los países más poderosos de la UE, podría enviar una señal clara e iniciar una corrección de esta política exterior europea que ha estado vigente durante décadas.
El escritor es cofundador del think tank geopolítico Kings & States, el cual publica análisis y entrevistas de expertos sobre asuntos internacionales en LinkedIn.