Un hombre sirio y una organización de ayuda presentaron una queja formal contra Rusia por presuntas violaciones del derecho internacional, acusando específicamente a Moscú de bombardear deliberadamente un hospital en el norte de Siria en 2019. La queja, presentada esta semana ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ha reavivado la atención sobre la intervención militar de Rusia en el conflicto sirio, dirigida a fortalecer las fuerzas del presidente Bashar al-Assad.
La acusación se centra en una serie de ataques aéreos contra el Hospital Quirúrgico Kafr Nobol en la provincia noroeste de Idlib el 5 de mayo de 2019. La queja, presentada por el primo de dos civiles asesinados en el ataque y Mano a Mano para la Ayuda y el Desarrollo, alega que la Fuerza Aérea rusa fue responsable del bombardeo, que ocurrió en un territorio controlado por grupos armados opuestos a Assad.
La evidencia presentada en la denuncia incluye videos, declaraciones de testigos presenciales y grabaciones de audio, incluida correspondencia entre un piloto ruso y control terrestre discutiendo el lanzamiento de municiones.
El Comité de Derechos Humanos debe condenar el ataque
Fadi al-Dairi, director de Hand in Hand, enfatizó la importancia de que el Comité de Derechos Humanos reconozca la verdad del ataque y el sufrimiento que causó.
El Comité de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, monitorea los derechos políticos y civiles a nivel global y puede recibir denuncias de estados e individuos sobre presuntas violaciones. Las denuncias individuales, como esta, tienen el potencial de dar lugar a pagos de compensación, investigaciones u otras medidas.
Aunque Rusia niega las acusaciones de violar el derecho internacional en Siria, está sujeta a la supervisión del comité ya que firmó el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en 1991. Sin embargo, ni Siria ni Rusia son parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, lo que limita las oportunidades de rendición de cuentas.