(JTA) — Keir Starmer, un centrista que trabajó para combatir el antisemitismo en su partido, se ha convertido en el primer ministro del Reino Unido tras la victoria aplastante del Partido Laborista en las elecciones británicas del jueves.
Con casi todos los resultados, el Laborismo había ganado 412 escaños de los 650 en el parlamento, poniendo fin a 14 años de gobierno conservador en el Reino Unido. La derrota para los Conservadores, que solo habían ganado 121 hasta el viernes por la mañana, es la peor en sus casi dos siglos de historia. Reform UK, un partido populista de derecha, ganó algunos escaños, mientras que los centristas Demócratas Liberales ganaron más de 70.
Varios de las figuras prominentes del Partido Conservador perdieron sus cargos, incluido el secretario de defensa judío del Reino Unido, Grant Shapps, quien asumió el cargo hace menos de un año, y la ex primera ministra Liz Truss, quien ocupó brevemente el cargo en 2022. El actual primer ministro conservador, Rishi Sunak, concedió la carrera.
Tomando las riendas de Corbyn
Starmer tomó el timón del Partido Laborista tras su derrota electoral en 2019 bajo Jeremy Corbyn, un líder firmemente de izquierda y crítico feroz de Israel. Bajo el liderazgo de Corbyn, él y el partido enfrentaron repetidas acusaciones de antisemitismo, y perdieron en masa el apoyo de los judíos.
Starmer, cuya esposa, Victoria, es judía, trabajó para llevar al partido más hacia el centro, incluyendo haciendo un esfuerzo concertado para erradicar el antisemitismo. Labour bloqueó a Corbyn de postularse con el partido e implementó las recomendaciones de una comisión gubernamental que investigaba el antisemitismo en sus filas. Corbyn se postuló y ganó como independiente en su circunscripción este año.
"He cambiado al Partido Laborista", escribió Starmer en X temprano el jueves. "Si confían en mí votando por Labour, cambiaré el país".
Una encuesta a los judíos británicos encontró que se esperaba que votaran por Labour en números ligeramente más altos que el electorado en general. Un candidato de Labour ganó en la circunscripción de Finchley y Golders Green, en Londres, con una fuerte población judía.
Israel surgió durante la campaña, ya que los laboristas pro-palestinos protestaron por el apoyo de Starmer a Israel. Y en los últimos días de la campaña, los conservadores atacaron a Starmer por firmar su trabajo a las 6 p.m. los viernes para cenar con su familia. El ataque recibió críticas por parte de comentaristas judíos, ya que Starmer ha dicho durante años que la familia celebra juntos el Shabat.