Chipre ha recibido un sistema de defensa aérea israelí, informaron los medios locales el jueves, ya que la isla del este del Mediterráneo explora nuevos mercados para mejorar sus capacidades de defensa después de la pérdida del principal proveedor, Rusia.
La estación de televisión Sigma dijo que las primeras entregas se realizaron el martes. Los funcionarios chipriotas declinaron hacer comentarios sobre los detalles del informe.
"Lo único que puedo decir es que haremos y estamos haciendo todo lo necesario para fortalecer la fuerza de disuasión de Chipre, no solo porque somos un país bajo ocupación, sino también porque somos un estado miembro de la UE en una región de particular importancia geoestratégica", dijo el presidente chipriota Nikos Christodoulides a los reporteros el jueves.
Chipre fue dividido en una invasión turca en 1974, con el gobierno reconocido internacionalmente controlando el sur y un estado turcochipriota separatista altamente militarizado en el norte.
El sistema antiaéreo Barak MX complementará y eventualmente reemplazará al antiguo Tor M1 de fabricación rusa. Rusia ha sido un proveedor líder de armamento militar a Chipre durante décadas, pero los acuerdos disminuyeron incluso antes de una prohibición general de exportaciones tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022.
Estas sanciones dejaron a los sistemas de defensa existentes de Chipre sin repuestos, y no pueden ser actualizados, según una fuente cipriota de alto rango citada por Reuters.
"Por eso Chipre se está dirigiendo a otros países de la Unión Europea, así como a Israel. Como parte de eso, se están realizando esfuerzos para modernizar nuestro paraguas antiaéreo", dijo la fuente.
Los intentos de Chipre de modernizarse
Los funcionarios chipriotas nunca divulgan abiertamente programas de adquisición debido a las tensiones continuas con Turquía.
Un intento de Chipre en 1998 de modernizar su paraguas antiaéreo con misiles superficie-aire S-300 de Rusia culminó en un enfrentamiento militar con Turquía, y Nicosia trasladó apresuradamente el sistema a Creta.
En ese momento, ni Reino Unido ni Estados Unidos apoyaron dicha adquisición, aunque las relaciones con Washington han mejorado notablemente en los últimos años a medida que Chipre ha anclado firmemente su política en Occidente.