Durante la última semana y media, Brett McGurk, el principal negociador de rehenes del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha estado viviendo en Doha, Qatar.
Lo ha hecho para finalizar un acuerdo de rehenes y cese del fuego en Gaza a través de intensas reuniones y un trabajo incansable. Este acuerdo, que ha sido revisado durante horas, es más o menos el mismo que se propuso semanas, o incluso meses, atrás.
La diferencia fue que hasta el 5 de noviembre no había un plazo límite. En la mañana del 6 de noviembre se estableció un plazo: el 20 de enero, a las 12 a.m. hora del Este, momento en que el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, asumirá la presidencia.
Trump ha hecho declaraciones inconfundibles en las últimas semanas con un mensaje idéntico: si no hay un acuerdo antes del 20 de enero, habrá "un infierno que pagar", "todo el infierno se desatará" u otras variaciones similares.
El vicepresidente electo JD Vance explicó el domingo: "Permitir que Israel desmantele los últimos batallones de Hamas es lo que Trump quiere decir con 'todo el infierno' [se desatará].
Presión para acuerdo de rehenes
La presión de la amenaza no solo fue sentida por Hamas, sin embargo, y en los últimos días, Trump transmitió un mensaje tanto al liderazgo catarí como al primer ministro Benjamín Netanyahu de que los rehenes estadounidenses deben regresar a casa "no importa qué".
Trump envió personalmente a su enviado para el Medio Oriente, Steve Witkoff, para negociaciones. Este es un movimiento sin precedentes en la historia de las transiciones entre administraciones de EE. UU. y transmite el mensaje previsto.
Witkoff y McGurk han trabajado estrechamente juntos en los últimos días, y hay un consenso entre las administraciones saliente y entrante. Esto es notable, dado que discrepa en la mayoría de los temas, y probablemente es lo que cerró aún más la brecha entre Israel y Hamas y los puntos en los que no están de acuerdo.
Trump se atribuirá el mérito, diciendo que sus amenazas son las que cerraron el trato. Biden dirá que el trato que se cerró fue el que presentó en mayo. Con suerte, el hecho de que el trato se haya cerrado gracias a la presión estadounidense será algo en lo que los dos puedan estar de acuerdo.