El tema del reclutamiento vuelve a ocupar titulares, con políticos exacerbando las divisiones religiosas en la sociedad israelí. La ministra actual Gila Gamliel (Likud) generó controversia al insinuar que el sistema educativo nacional socavaba la identidad judía debido a sus percebidos sesgos "religiosos". Es hora de recuperar un judaísmo que abrace la diversidad y la igualdad para todos.
Recuperando la inclusividad
Crecí en un hogar religioso, acostumbrado a la separación tradicional de hombres y mujeres en entornos sinagogales. Sin embargo, durante una visita reciente a Estados Unidos, me conmovió un servicio de oración de género mixto en una sinagoga que se sintió natural y armonioso. Me hizo cuestionar la lógica de segregar a hombres y mujeres durante los momentos más sagrados de la semana y la exclusión que crea.
Vengo de un entorno donde las mujeres fueron relegadas a un segundo plano en las prácticas religiosas, pero presencié que el cambio es posible. Comunidades como Shira Chadasha (Nueva Canción) en Jerusalén han allanado el camino para la igualdad de género y roles de liderazgo femenino dentro del judaísmo ortodoxo. La ley judía puede acomodar la inclusividad y el respeto hacia las mujeres cuando hay voluntad de hacerlo.
La exposición a diversos aspectos culturales es nuestra fortaleza
Es imperativo que recuperemos nuestra identidad judía de prácticas rígidas y excluyentes. Los niños en Israel deberían estar expuestos a la riqueza de la cultura, valores y tradiciones judías más allá de interpretaciones estrechas. El judaísmo debería tratarse de comunidad, tolerancia, respeto e inclusividad, no de imponer normas estrictas y sofocantes.
El Ministerio de Servicios Religiosos debe evolucionar más allá de ser simplemente una burocracia para la supervisión de la cashrut y priorizar el fomento de un paisaje judío diverso e inclusivo. En un momento en que las comunidades judías en todo el mundo enfrentan amenazas y discriminación, la postura de Israel frente a las diferentes corrientes judías es crucial para la unidad y la fortaleza.
Además, el Rabino Jefe en Israel presenta un desafío significativo para las mujeres, especialmente las ortodoxas. Sus decisiones a menudo perpetúan la discriminación y la exclusión. Es hora de un cambio fundamental en el enfoque para alinearse con los valores de igualdad y respeto, resonando tanto con los ciudadanos israelíes como con la comunidad judía global.
En conclusión, recuperar nuestra identidad judía exige un cambio de paradigma hacia la inclusividad, la diversidad y la igualdad. Busquemos un judaísmo que abrace a todos los miembros de nuestra comunidad, trascendiendo fronteras y fomentando la unidad en nuestra herencia compartida.
La escritora es una activista israelí de derechos de las mujeres, conferenciante, activista social, estratega y personalidad mediática. Es una de las impulsoras de la coalición de organizaciones de mujeres y fundadora de Building an Alternative (Bonot Alternativa).