Irán ha anunciado que ha lanzado con éxito un satélite procedente de Rusia. El satélite se llama Pars-1 y se considera un satélite de "teledetección e imagen". Fue lanzado con un lanzador ruso Soyuz. Los medios de comunicación iraníes se han hecho eco de este éxito.
Se lanzó desde la base de lanzamiento del cosmódromo de Vostochny, a 8.000 kilómetros al este de Moscú. Se trata de un puerto espacial ruso utilizado por primera vez en 2016, diseñado para trasladar más lanzamientos al extremo oriental de Rusia, y fuera de Kazajistán, donde Rusia solía realizar la mayoría de los lanzamientos. Issa Zareppur, ministro de Telecomunicaciones iraní, elogió el lanzamiento y señaló que Irán ha lanzado 12 satélites en los últimos dos años.
El Pars 1 se puso en órbita a unos 500 km de la superficie terrestre, lo que lo convierte en un satélite de órbita terrestre baja. Pesa 134 kg, según la agencia iraní Tasnim News. Las pruebas se llevaron a cabo en el Instituto Iraní de Investigación Espacial. Forma parte de una "serie de satélites de investigación y medición del Instituto de Investigación Espacial de Irán y fue diseñado y fabricado con el fin de obtener imágenes funcionales, desarrollar el mercado nacional de datos de medición y desarrollar y probar las tecnologías necesarias para los satélites de medición operativos locales", afirma Tasnim.
Dispone de tres cámaras de imágenes, que incluyen imágenes visibles, infrarrojas de onda corta e infrarrojas térmicas. "La cámara de espectro infrarrojo térmico con capacidad de imagen nocturna es capaz de obtener imágenes de todo el territorio de Irán en menos de 45 días". Además, las "tecnologías utilizadas en el satélite Pars 1 incluyen enlace de telecomunicaciones de banda de frecuencia V/UHF, enlace de telecomunicaciones de banda de frecuencia S de amplio alcance, enlace de telecomunicaciones de banda de frecuencia X, sensor de posicionamiento GPS" y otras capacidades.
Según los informes, Irán lanzó tres satélites en enero. Ello incluyó un lanzamiento con el cohete iraní Simorgh.
Irán también lanzó un satélite de "investigación" del IRGC. Irán afirma que todos estos satélites no están relacionados con su programa militar de misiles balísticos y nuclear. Sin embargo, está claro que la inversión de Irán en la tecnología de lanzamiento y el aumento de su poder en el espacio están directamente relacionados con los intentos del país de aumentar sus capacidades autóctonas en este ámbito.Rusia también lanzó un satélite iraní de teledetección desde Kazajstán en 2022. En general, el lanzamiento del satélite iraní y su asociación con Rusia representan amenazas crecientes del régimen iraní para la región. Irán ha exportado drones Shahed 136 a Rusia, y Rusia e Irán han colaborado en el pasado en varios programas que han ayudado a Irán a aumentar sus capacidades tecnológicas en diversos ámbitos. Por ejemplo, los programas de cohetes y misiles de Irán han aumentado sus capacidades en la última década, incluido el despliegue de misiles de precisión de mayor alcance.
Además, el programa espacial iraní ha aumentado su número de satélites. Irán también sigue enriqueciendo uranio y trabajando para conseguir un arma nuclear. Todos estos detalles juntos, con la cooperación entre Irán y Rusia, ilustran cómo Teherán pretende tejer sus diversas capacidades militares, espaciales y tecnológicas con vínculos con países que se oponen a Occidente.
Irán respaldó la masacre de Hamás del 7 de octubre en Israel y animó a Hezbolá y a los houthis a llevar a cabo ataques para desestabilizar la región. Irán también está asociado con Rusia y China, que no han condenado el ataque de Hamás. Estos vínculos importan y el lanzamiento del satélite puede no tener gran importancia en sí mismo, pero es simbólico de una tendencia más amplia.