Los científicos están conociendo mejor la historia temprana de la domesticación y el uso del cacao -la fuente del chocolate- gracias a los residuos detectados en un lote de cerámicas antiguas procedentes de Sudamérica y Centroamérica.
A partir de estos artefactos, los investigadores rastrearon la rápida difusión del cacao a través de las rutas comerciales tras su domesticación inicial hace más de cinco milenios en Ecuador. Demostraron la dispersión del cacao por la costa noroccidental del Pacífico sudamericano y, posteriormente, por Centroamérica, hasta que llegó a México 1.500 años después.
Un árbol tropical de hoja perenne llamado Theobroma cacao produce grandes vainas ovaladas que contienen las semillas de cacao que hoy se tuestan y se convierten en cacao y en multitud de dulces de chocolate. En la antigüedad, el cacao se consumía como bebida o ingrediente de otros alimentos.
La historia del cacao
Los investigadores analizaron más de 300 cerámicas precolombinas de casi 6.000 años de antigüedad en busca de restos de ADN de cacao y tres compuestos químicos relacionados con él, incluida la cafeína. Descubrieron indicios de cacao en cerca del 30% de ellas. Los resultados indican que el uso de productos derivados del cacao estaba más extendido entre estas culturas antiguas de lo que se sabía hasta ahora.
Las propias cerámicas ofrecían una visión artística de las culturas, algunas con maravillosos diseños antropomórficos.
Un estudio publicado en 2018 reveló la domesticación y el uso del cacao a partir de hace unos 5.300 años en Ecuador, basándose en la evidencia de la cerámica del sitio arqueológico Santa Ana-La Florida. El nuevo estudio se basa en eso al rastrear la propagación del cacao a través de 19 culturas precolombinas. La cerámica de las culturas Valdivia (Ecuador) y Puerto Hormiga (Colombia) muestra algunos de los primeros usos.
El ADN antiguo hallado en las cerámicas también indica que varias culturas cruzaron árboles de cacao para adaptarse a nuevos entornos.
"Los primeros pasos de la domesticación del cacao corresponden a un proceso más complejo que el que habíamos hipotetizado anteriormente", declaró la genetista molecular Claire Lanaud, de la unidad AGAP del CIRAD, un centro francés de investigación agrícola para el desarrollo internacional, autora principal del estudio publicado el jueves en la revista Scientific Reports.
"No conocíamos en absoluto una domesticación tan importante de los árboles de cacao a lo largo de la costa del Pacífico en Sudamérica en la época precolombina, y tan temprana. La importante mezcla genética observada atestigua las numerosas interacciones que pudieron producirse entre los pueblos de la Amazonia y de la costa del Pacífico", añadió Lanaud.
Según los investigadores, la dispersión del cacao desde Ecuador hasta Mesoamérica pudo producirse a través de vastas redes político-económicas interconectadas.
"En primer lugar, podemos afirmar con rotundidad que el origen del cacao y su domesticación fue la Alta Amazonia y no en los trópicos de Mesoamérica -México y Centroamérica-. El proceso de dispersión fue bastante rápido e implicó la interacción estrecha y a larga distancia de los pueblos amerindios", afirmó el arqueólogo y coautor del estudio Francisco Valdez, de la unidad PALOC de la institución francesa de investigación IRD y del Museo Nacional de Historia Natural de París.
"Los contactos marítimos debieron de ser tan importantes como los interiores. Antes se creía que el cacao se domesticó en las tierras bajas de Mesoamérica y que desde allí se dispersó hacia el sur", explica Valdez.
El estudio aporta información sobre los inicios del comercio de lo que hoy es uno de los cultivos comerciales más importantes del mundo. Los dulces de chocolate actuales difieren mucho de los primeros usos del cacao. Antes de que los europeos llegaran a América hace cinco siglos, culturas como la azteca y la maya lo preparaban como bebida, mezclado con diversas especias u otros ingredientes.
"El cacao como planta es un alimento fuente de energía, además de un producto medicinal", afirma Valdez. "Los pueblos amerindios lo utilizaban de muchas maneras. Crudo, se chupaba la pulpa. La (semilla de cacao) se podía cocer, tostar, moler y convertir en alimentos líquidos y sólidos. La corteza, las ramas y la mazorca se pueden quemar, y las cenizas son un antiséptico. También se utiliza para aliviar inflamaciones y llagas cutáneas o musculares".