Suecia se unió el jueves a la OTAN en Washington, dos años después de que la invasión rusa de Ucrania le obligara a replantearse su política de seguridad nacional y a concluir que el apoyo a la alianza era la mejor garantía de seguridad de la nación escandinava.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, entregó el jueves al gobierno estadounidense la documentación final, último paso de un largo proceso para conseguir el respaldo de todos los miembros para ingresar en la alianza militar.
"Las cosas buenas llegan a los que esperan", dijo el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, al recibir de manos de Kristersson los documentos de adhesión de Suecia.
Blinken dijo que "todo cambió" tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, citando encuestas que mostraban un cambio masivo en la opinión pública sueca sobre la adhesión a la OTAN.
"Los suecos se dieron cuenta de algo muy profundo: que si Putin estaba dispuesto a intentar borrar a un vecino del mapa, entonces bien podría no detenerse ahí".
Para la OTAN, las adhesiones de Suecia y Finlandia -que comparte 1.340 km de frontera con Rusia- son las incorporaciones más importantes en décadas. También es un golpe para el Presidente ruso, Vladimir Putin, que ha tratado de impedir cualquier nuevo fortalecimiento de la alianza.
"Hoy es un día verdaderamente histórico. Suecia es ahora miembro de la OTAN", declaró Kristersson. "Defenderemos la libertad junto con los países más cercanos a nosotros, tanto en términos geográficos como culturales y de valores".
Suecia se beneficiará de la garantía de defensa común de la alianza, según la cual un ataque a un miembro se considera un ataque a todos.
Hakan Yucel, de 54 años, trabajador informático en la capital sueca, se refirió a la adhesión: "Antes estábamos fuera y nos sentíamos un poco solos... Creo que la amenaza de Rusia va a ser mucho menor ahora".
El país nórdico añadiría a las fuerzas de la OTAN submarinos de última generación y una flota considerable de cazas Gripen de producción nacional, y sería un enlace crucial entre el Atlántico y el Báltico.
Amenazas de Rusia
Rusia ha amenazado con tomar "contramedidas políticas y técnico-militares" no especificadas en respuesta a la medida de Suecia.
"Unirse a la OTAN es como comprar un seguro, al menos mientras Estados Unidos esté dispuesto a ser el proveedor del seguro", declaró Barbara Kunz, investigadora del centro de estudios de defensa SIPRI.
Aunque Estocolmo se ha ido acercando cada vez más a la OTAN en las dos últimas décadas, la adhesión marca una clara ruptura con el pasado, cuando durante más de 200 años Suecia evitó las alianzas militares y adoptó una postura neutral en tiempos de guerra.
Tras la Segunda Guerra Mundial se forjó una reputación internacional como defensora de los derechos humanos, y desde la caída de la Unión Soviética en 1991 los sucesivos gobiernos han reducido el gasto militar.
En 2021, su ministro de Defensa rechazó el ingreso en la OTAN, pero pocos meses después el gobierno socialdemócrata de entonces lo solicitó, junto con su vecino Finlandia.
"Supongo que [Suecia] tenía que adoptar una postura, y me alegro de que lo hayamos hecho y de que estemos protegidos por la OTAN, porque la tensión con Rusia ha ido en aumento desde hace un par de años", declaró Carl Fredrik Aspegren, estudiante de Estocolmo de 28 años.
Mientras Finlandia ingresó en la alianza el año pasado, Suecia se hizo esperar, ya que Turquía y Hungría, que mantienen relaciones cordiales con Rusia, retrasaron la ratificación de la adhesión sueca.
Turquía aprobó la solicitud sueca en enero.
Hungría retrasó su decisión sobre la adhesión de Suecia hasta que Kristersson realizó una visita de buena voluntad a Budapest el 23 de febrero, en la que ambos países acordaron un acuerdo sobre aviones de combate.