Israel proseguirá su ofensiva contra Hamás, incluso en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, a pesar de la creciente presión internacional para que se detenga, declaró el jueves el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Netanyahu ha prometido destruir a Hamás después de que sus terroristas atacaran el sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y secuestrando a 253. Más de 30.000 personas han muerto en Gaza durante la posterior ofensiva israelí, según cálculos de las autoridades sanitarias de Hamás, lo que ha provocado críticas y condenas en todo el mundo.
"Hay presión internacional y va en aumento, pero sobre todo cuando aumenta la presión internacional, debemos cerrar filas, debemos permanecer unidos frente a los intentos de detener la guerra", afirmó.
Intentos de culpar a Israel del 7 de octubre
En una ceremonia de graduación en una escuela de formación de oficiales del ejército israelí, Netanyahu dijo también que Israel debe oponerse a un "intento calculado" de culparle de los crímenes de Hamás.
Añadió que Israel operaría en toda Gaza, "incluida Rafah, el último bastión de Hamás".
"Quien nos diga que no actuemos en Rafah nos está diciendo que perdamos la guerra y eso no ocurrirá", dijo Netanyahu.