Una campaña militar de las FDI para destruir a Hamás en Rafah debe llevarse a cabo, aunque perjudique las relaciones de Israel con Estados Unidos y lo aísle en la escena internacional, declaró el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, antes de su viaje de la próxima semana a Washington.
"Vamos a entrar y terminar este trabajo, y cualquiera que no lo entienda no comprende que el nervio de los judíos, ese nervio existencial, fue tocado" por la invasión de Hamás de Israel el 7 de octubre, que desencadenó la guerra de Gaza, dijo Dermer.
Habló en un episodio del podcast Call Me Back con Dan Senor en medio de una dura batalla diplomática con la administración Biden sobre Rafah, que es el último bastión de Hamás en Gaza.
La operación de Rafah "va a producirse, y se producirá, aunque Israel se vea obligado a luchar solo, aunque el mundo entero se vuelva contra Israel, incluido Estados Unidos", declaró.
Israel está decidido a destruir a Hamás, incluso si ello "conduce a una posible ruptura con Estados Unidos", afirmó Dermer.
En El Cairo, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró que la administración Biden no apoya una operación de envergadura en Rafah. En Washington se espera que funcionarios estadounidenses presenten a Dermer y al asesor israelí de Seguridad Nacional, Tzahi Hanegbi, planes alternativos que, según ellos, podrían eliminar a Hamás mediante operaciones selectivas.
"Escucharemos lo que tengan que decir", dijo Dermer, pero una operación militar de envergadura en Rafah es la única forma de destruir a Hamás.
Señaló que Estados Unidos y los demás aliados de Israel quieren que elimine a Hamás, pero que lo haga en tres semanas y sin víctimas civiles.
La importancia de destruir a Hamás
Acabar con Hamás no sólo es necesario para salvaguardar a Israel, también es fundamental para los planes para el día después de la guerra y para la normalización con Arabia Saudí, declaró Dermer.
"Es imposible llegar al día después en Gaza sin destruir a Hamás", dijo Dermer. "Ningún otro palestino dará un paso al frente para participar en la dirección del enclave hasta que sepa que el grupo terrorista está destruido", afirmó.
"Se pueden tener muchas conversaciones sobre el plan del día después, pero hacerlo, antes de que haya un día después de Hamás, no funcionará", dijo Dermer.
Por otra parte, en la conversación discrepó de la decisión adoptada esta semana por Canadá de suspender la venta de armas a Israel, algo que ya no ocurría discretamente desde enero.
"Va a ser una vergüenza para Canadá, y va a durar mucho tiempo porque en los próximos años y décadas", dijo Dermer.
Dentro de unos años la gente se preguntará dónde estaba Canadá, por qué abandonó a Israel en su "hora más oscura", dijo Dermer.