La Universidad de Columbia anunció el lunes que cancelaría su ceremonia de graduación tras semanas de protesta palestina, agitación en el campus y cientos de arrestos de estudiantes.
Iniciada hace casi tres semanas, la encampada pro-palestina en Columbia desató un movimiento de protesta en decenas de campus de todo el país. La escuela de la Ivy League, al igual que otras universidades, ha luchado para contener a los manifestantes.
“Estas últimas semanas han sido increíblemente difíciles para nuestra comunidad,” dijo Columbia en un comunicado el lunes en el que anunciaba que en su lugar celebraría una serie de ceremonias más pequeñas. La mayoría de esas ceremonias están programadas para tener lugar en una instalación deportiva a 100 cuadras de distancia de la escuela principal Morningside Heights campus, donde la graduación se ha celebrado normalmente.
La escuela también dijo que exploraría “la posibilidad de un evento festivo” que se celebrará el miércoles 15 de mayo, el mismo día de la graduación prevista, “para tomar el lugar de la gran ceremonia formal.”
Las protestas de los estudiantes ya han comenzado a extenderse a las ceremonias de graduación en otras escuelas. Durante el fin de semana, centros como la Universidad de Michigan y la Universidad Northeastern vieron brevemente interrumpidas sus ceremonias de graduación por estudiantes propalestinos, mientras que la Universidad de Virginia ordenó la disolución de su propio campamento y detuvo a decenas de manifestantes antes de celebrar su propia ceremonia.
La Universidad del Sur de California, que estalló en polémica tras prohibir a su valedictorian pro-palestino pronunciar un discurso, también canceló su ceremonia de graduación. La Universidad Emory de Atlanta, donde decenas de manifestantes (incluido al menos un profesor) han sido detenidos en las últimas semanas, anunció el lunes que trasladaría su propia ceremonia de graduación fuera del campus.
Último intento de frenar la influencia de los campamentos
La medida fue el último intento de Columbia de frenar la influencia de su campamento, que al igual que otros exige que la escuela desinvierta de Israel. La administración ya había llamado a la policía de Nueva York en dos ocasiones distintas, incluso cuando los manifestantes ocuparon un edificio la semana pasada, y cerró el campus en medio de violaciones de la política de la escuela e informes de acoso e incitación antisemita.
Minouche Shafik, presidente de la escuela, dijo en un mensaje de vídeo el viernes que el intento de Columbia de llegar a un acuerdo con los manifestantes, una estrategia adoptada recientemente por otras escuelas como la Universidad Brown y la Universidad Northwestern, fracasó después de que los manifestantes ocuparan el edificio del campus, Hamilton Hall. La ocupación del Hamilton Hall “cruzó una nueva línea” y “fue un acto violento que puso en peligro a nuestros estudiantes” dijo Shafik. En el vídeo no menciona la inauguración. Sólo unos días antes, Shafik había asegurado a la comunidad universitaria en un correo electrónico que “sí celebraremos una ceremonia de graduación.
La medida fue criticada por algunas voces pro-Israel que habían presionado previamente a la universidad para que se ocupara con más firmeza de los campamentos, incluido el profesor israelí de Columbia Shai Davidai, que recibió críticas tras sugerir que la universidad debería llamar a la Guardia Nacional para que se ocupara de los manifestantes.
“La administración capituló ante una minoría pequeña y violenta. Prefieren apaciguar a la turba pro-Hamas que a los miles de estudiantes pacíficos que sólo quieren una graduación normal,” escribió Davidai en la red social X. La representante republicana de Nueva York Elise Stefanik, que ha criticado duramente la gestión de las protestas por parte de las universidades, dijo que la cancelación "es un increíble fracaso de liderazgo". El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, pidió a los administradores de Columbia que destituyeran a Shafik.
El anuncio de la graduación de Columbia se produjo horas antes de que su propia escuela de periodismo se preparara para anunciar los ganadores de los Premios Pulitzer de este año, el prestigioso premio de periodismo y literatura. Se espera que entre los galardonados figuren varios reportajes sobre los atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre, la guerra entre Israel y Hamás y sus repercusiones.