Mohammad Rasoulof, célebre director iraní cuya última película compite en el Festival de Cannes, ha huido de Irán tras ser condenado a ocho años de prisión y flagelación.
En un comunicado fechado el domingo, Rasoulof dijo que se encontraba en un lugar no especificado de Europa. "Tuve que elegir entre la cárcel y abandonar Irán. Con el corazón encogido, elegí el exilio", decía.
Rasoulof dijo que tomó la decisión tras enterarse hace aproximadamente un mes de que se había confirmado su condena.
Una condena de ocho años
"Sabiendo que la noticia de mi nueva película se revelaría muy pronto, sabía que sin duda, una nueva condena se añadiría a estos ocho años", dijo, según el comunicado.
Rasoulof, cuyo pasaporte fue confiscado en septiembre de 2017, también criticó el alcance y la intensidad de la represión de las autoridades iraníes y pidió a la comunidad cinematográfica mundial que apoye a los cineastas que se enfrentan a la censura y defienda la libertad de expresión.
El anuncio espoleó las especulaciones de que Rasoulof podría asistir el próximo viernes al estreno de "La semilla de la higuera sagrada"."
Las autoridades iraníes habían presionado al director iraní, que ganó el máximo galardón del Festival de Berlín con su drama de 2020 "No hay mal," para que retirara su película de Cannes, según dijo.
En un pie de foto que acompaña a un breve vídeo de un sendero de montaña en su Instagram, Rasoulof dijo que necesitaba trabajar en las últimas etapas técnicas de la posproducción de su película de entrada.
"Estoy agradecido y en deuda con amigos, familiares y personas que, con amabilidad, desinterés y a veces asumiendo riesgos, me ayudaron a cruzar la frontera y llegar a un refugio seguro en este arduo y largo viaje", escribió.
"Estoy vivo para narrarlo".