La decisión tomada en la Corte Penal Internacional (CPI) de tramitar órdenes de detención contra el primer ministro y el ministro de Defensa de Israel demuestra una vez más cómo incluso en instituciones judiciales internacionales supuestamente profesionales y objetivas, también pueden tomarse decisiones basadas en la política.
Durante sus 20 años de funcionamiento, hasta julio de 2022, solo se abrieron 51 casos en la CPI. En todos los casos, había graves acusaciones de crímenes como asesinato, violación, esclavitud sexual y uso de niños soldados. Además, todos los casos implicaban ataques deliberados y generalizados contra civiles o no combatientes. De esos casos, sólo 14 llegaron a un veredicto, de los cuales cuatro fueron absueltos, cinco fueron condenados por violaciones procesales y sólo cinco fueron condenados por los crímenes reales.
Las órdenes de detención del demandante contra altos cargos israelíes, al tiempo que ignoran los crímenes de guerra y contra la humanidad que se cometen a diario en todo el mundo, dan fe de la grave politización en la que opera el tribunal.
El caso de la CPI contra Israel
La decisión tiene implicaciones internacionales y nacionales. A nivel internacional, podría dañar la legitimidad y el estatus de la CPI. Varios países, como Alemania, Austria, Australia y Hungría, han anunciado previamente que se oponen a la jurisdicción de la Corte en el caso contra Israel.
Domésticamente, esta decisión significa que cualquier persona con una orden de detención de la CPI no podrá viajar a ningún país que sea miembro de la Corte; y hay muchos países que lo son. Al aterrizar allí, serán detenidos.
Pero otra implicación tiene que ver con la lucha por la reforma judicial en Israel. Una de las principales justificaciones del activismo judicial del Tribunal Supremo de Israel, sobre todo en relación con las acciones de las FDI, era que protegía a los altos cargos israelíes de ser juzgados por la CPI. Pero ahora, cada vez está más claro que esta afirmación era, como mínimo, exagerada.
El abogado David Berliner es profesor de la Universidad Bar-Ilan y del Ono Academic College.