Anoche se hizo historia en la superficie de la Luna: el aterrizador robótico Blue Ghost de Firefly aterrizó con éxito y seguridad en la superficie de la Luna, convirtiendo a Firefly en la segunda empresa privada en la historia en completar un aterrizaje suave en la Luna. El aterrizaje ocurrió a las 2:35 AM (hora central de EE. UU.), después de un viaje que comenzó en enero cuando el aterrizador fue lanzado a bordo de un cohete SpaceX.
La misión, realizada como parte de los programas CLPS y Artemis de la NASA, forma parte del esfuerzo estadounidense por utilizar aterrizadores robóticos para cartografiar la Luna y recopilar datos como parte de los preparativos para el regreso de humanos a la Luna a finales de esta década. El aterrizador Blue Ghost está diseñado para recopilar información crítica sobre la superficie de la Luna, lo que ayudará en futuras misiones tripuladas.
Un avance privado en la exploración lunar
El exitoso aterrizaje de Blue Ghost marca un hito significativo, ya que muchos intentos anteriores de empresas privadas de aterrizar vehículos robóticos en la luna habían fracasado. Ahora, con el éxito de Firefly, se abre la puerta para más misiones financiadas de forma privada, lo que podría acelerar la exploración lunar e incluso reducir sus costos.
Según el CEO de la empresa, Jason Kim, el éxito es solo el principio: "Ante nosotros se abren posibilidades ilimitadas. Podemos llevar esta tecnología y llegar a Marte". Añadió que la empresa ya está planeando su próxima misión: aterrizar otro vehículo Blue Ghost en el lado lejano de la luna, un área a la que solo China ha llegado hasta ahora.
Misiones futuras y nuevas tecnologías
Para superar los desafíos de comunicación de esta misión, Firefly lanzará otra nave espacial llamada Elytra a la órbita lunar, que servirá como estación de relevo de comunicaciones. El objetivo: Permitir la transmisión de datos desde el vehículo hasta la Tierra, ya que sus antenas no podrán apuntar directamente hacia la Tierra.
Kim señaló que Elytra también llevará cámaras y sensores, lo que permitirá la creación de un mapa más detallado y avanzado de la luna. Según él, esa información podría ser de gran valor para entidades científicas, gubernamentales y comerciales.